Tecnología

La Casa del Futuro ya está aquí

Estamos siendo testigos de una revolución en la forma en que interactuamos con las cosas en nuestros hogares. Los grandes fabricantes de electrodomésticos están avanzando hacia el futuro, creando dispositivos más inteligentes y desarrollando aplicaciones para la automatización total. Plataformas como SmartThings de Samsung y Smart ThinQ de LG lideran esta transformación, redefiniendo la experiencia doméstica y permitiendo un control excepcional a través de dispositivos móviles. ¡La casa domótica ya es una realidad!
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La Casa Domótica, también conocida como hogar inteligente, se ha convertido en una realidad tangible que redefine la forma en que interactuamos con nuestro entorno residencial. Y es que, en un mundo donde la tecnología se entrelaza con cada aspecto de nuestras vidas, el hogar inteligente se ha convertido en una realidad cada vez más accesible y palpable.

La casa domótica se caracteriza por la integración de sistemas y dispositivos electrónicos que permiten la automatización y el control remoto de diversas funciones en el hogar. Desde la iluminación y la climatización hasta la seguridad y el entretenimiento, indica Frank Rodríguez, promotor de Samsung para Panamá.

Uno de los aspectos más destacados de una casa domótica es la capacidad de controlar todos los dispositivos conectados desde la palma de tu mano. Gracias a las aplicaciones móviles y asistentes de voz, los propietarios pueden ajustar la temperatura, encender luces, cerrar persianas y más, incluso cuando no están físicamente en casa.

Y es precisamente eso lo que nos están ofreciendo actualmente las grandes marcas. En la actualidad, observamos una creciente tendencia entre los principales fabricantes de electrodomésticos, los cuales están diseñando productos más inteligentes y desarrollando aplicaciones para automatizar integralmente su manejo.

Un claro ejemplo de esta evolución son las plataformas SmartThings de Samsung y Smart ThinQ de LG, que se presentan como una revolucionaria forma de interconectar todos los dispositivos y electrodomésticos del hogar.

Estas innovadoras soluciones permiten un control más eficiente y ofrecen la conveniencia de gestionar cada aspecto de nuestro entorno residencial de forma remota a través de nuestros smartphones, proporcionando una experiencia doméstica más conectada y accesible que nunca.

Rodríguez explicó que “estadísticamente, cualquier persona que mantenga dos dispositivos inteligentes ya puede crear su ecosistema SmartThings. El porcentaje es alto porque todos manejamos al menos un teléfono inteligente y un televisor inteligente, con esas dos cosas ya puede crear un ambiente smart en la casa”, dijo.

«Caminamos hacia el futuro, SmartThings es una aplicación que nos facilita la vida. Las personas pueden tener un smartphone y un smartTV, pero más adelante podrán ir integrando aire acondicionado, cortinas, cerraduras, lavadoras, estufas, etc”, dijo.

Agregó que entre los productos inteligentes que más se adquieren en Latinoamérica están los smartphone y smart TV, seguidos de aire acondicionado, lavadoras y estufas”.

Una Casa Inteligente contribuye a la eficiencia energética

“Estos ecosistemas inteligentes permiten decidir el ciclo de lavado, encender y apagar la lavadora remotamente aún estando en el trabajo, o si vas en tu carro, desde la calle podés encender el aire acondicionado y darle un ambiente de climatización a la casa antes de llegar”.

La casa domótica no solo se trata de conveniencia, sino también de responsabilidad ambiental. Los sistemas inteligentes permiten una gestión eficiente de la energía, optimizando el consumo y reduciendo el desperdicio. Pero ¿qué tanto ha avanzado la cultura de un hogar inteligente? Rodríguez afirma que se ha avanzado mucho aunque todavía queda camino por recorrer. “Desde el 2010, aproximadamente, que empezó el auge de los celulares en el mundo, hemos avanzado mucho en este tema, quizá en 13 años hemos avanzado lo que en 60 u 80 no se pudo hacer”, manifestó.

Agregó que según estudios internacionales, casi el 50% de las personas ya cuenta con un asistente por voz, como Alexa o Google home y que alrededor del 70% de los hogares latinos tiene al menos dos dispositivos inteligentes.

Innovación en la seguridad

La seguridad es una prioridad para cualquier hogar y la domótica ha llevado este aspecto a nuevos niveles. Sistemas de cámaras de vigilancia inteligentes, cerraduras electrónicas y alarmas conectadas proporcionan un entorno seguro y tranquilizador para los residentes, con la capacidad de monitorear y controlar la seguridad desde cualquier lugar.

Las cerraduras electrónicas inteligentes se han sumado a las “cosas inteligentes” en los hogares. Rodríguez indicó que son bastantes novedosas y tienen aproximadamente dos años de haberse incorporado. En el caso de Samsung trabajan con Cerraduras Yale, que es un partner de Samsung en el sistema de SmartThings. “Si alguien llega a su casa y toca el timbre, a usted automáticamente le aparece en la pantalla de su televisor o teléfono y puede ver quién es la persona que está tocando en la puerta, y desde ahí del control le puede decir el código de la cerradura para que ella misma lo coloque y no tenga que levantarse y abrir la puerta”, detalló.

“Las cortinas inteligentes se han integrado desde hace cinco o seis años y es una manera de despertarse con un asistente de voz, abrir las ventanas de manera automatizada”, dio.

Explicó que contrario a lo que se puede creer, tener una casa domótica o inteligente no es costoso y cada vez se vuelve más accesible. Las cortinas tienen un costo entre 30 y 50 dólares, mientras que las cerraduras andan entre 80 y 120 dólares, ejemplifica.

A medida que la tecnología continúa avanzando, la casa domótica evoluciona constantemente y no se trata simplemente de un conjunto de dispositivos electrónicos; es una revolución que redefine la experiencia de vivir en nuestros hogares. A medida que más personas adoptan estas tecnologías, el hogar del futuro se perfila como un espacio inteligente, eficiente y adaptativo, donde la tecnología trabaja en armonía para mejorar nuestra cotidianidad.

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