La crisis en Guatemala ha escalado a niveles alarmantes en su segunda semana de protestas, donde los manifestantes demandan la renuncia de la fiscal general, a quien acusan de entorpecer la transición presidencial. Esta tensa situación está dejando una profunda huella en la economía y el entramado empresarial guatemalteco. Desde la suspensión de vuelos por parte de aerolíneas hasta el cierre temporal de establecimientos comerciales de renombre, la crisis está imponiendo un alto costo en la vitalidad económica del país.