El sector ganadero nicaragüense enfrenta grandes retos y desafíos, como aumentar la producción pecuaria, y en la búsqueda de soluciones, algunos ganaderos han encontrado un gran aliado en la implementación de Biotecnología reproductiva, es decir, Inseminación artificial, Transferencia de embriones y Fertilización in vitro, tres prácticas que ya son una realidad en muchas fincas ganaderas de Nicaragua, con grandes resultados.
El médico veterinario, Carlos Gutiérrez, indica que aunque las tres técnicas se implementan, la más difundida es Inseminación artificial, la cual permite un mejor aprovechamiento del valor genético de un macho aumentando su descendencia.
El especialista, quien pertenece a la tercera generación de la familia ganadera de la reconocida Ganadería Luz y Sombra, explicó que de forma natural un toro tiene capacidad de preñar entre 25 y 30 vacas al año. Sin embargo, de manera artificial, de un eyaculado de un toro se puede obtener entre 10cc y 20cc de esperma puro y recolectar 150 y hasta 250 pajillas, dependiendo de la concentración espermática del semen, lo que significa que se pueden obtener miles de hijos de un mismo toro de gran valor genético, explicó el especialista.
La Transferencia de embriones convencionales se da al elegir a una vaca donante y someterla a un proceso de súper ovulación y colecta de embriones. Mientras que la Fertilización in vitro consiste en colectar óvulos desde los ovarios de las hembras donantes de alto valor genético, a través de una técnica de aspiración con equipos especializados, como es el ecógrafo, que aspira los óvulos vía transvaginal y transrectal, para luego fertilizarlos de manera artificial en un laboratorio y transferirlos a vacas receptoras, manifestó.
La Transferencia de embriones y la Fertilización in vitro garantizan un mejor aprovechamiento de la hembra, ya que en lugar de tener un ternero al año, se puede obtener descendencia de hasta 20 hijos de una misma vaca en un solo año, con diferentes toros.
Calidad del ganado nicaragüense destaca en la región
Nicaragua destaca a nivel centroamericano como un país con un alto nivel de calidad genética bovina y muy competitivo, lo cual ha sido posible con la implementación de la biotecnología. Es así que el país cuenta con una gran cantidad de galardones de grandes campeones hembras y machos que se han obtenido en las ferias pecuarias.
El país cuenta con muy buena genética bovina, lo que hace posible que la actividad sea más competitiva, estimulando la ganadería e incentivando a los productores a mejorar su raza y obtener novillos de mayor calidad. Nicaragua se ubica como uno de los reservorios de ganado más importantes de la región, gracias a que ha ido mejorando las razas y perfeccionando la calidad de la carne y leche.
Gutiérrez recomienda invertir en mejoramiento genético para garantizar eficiencia, pilar fundamental del éxito de cualquier actividad económica. Comentó que «el costo de alimentar una vaca que produce un promedio de cuatro a cinco litros de leche, es el mismo que el de una vaca de valor genético que produce de ocho a diez litros de leche». Si la comparación se hace en el ganado de carne, los resultados son igualmente mejores al implementar la biotecnología, pues estaríamos hablando de una vaca que desteta terneros de 170 kilos versus una vaca de valor genético que desteta terneros de 220 kilos, una diferencia de importancia.
«Invirtiendo en un semental de calidad habrá progreso genético, vamos a ir avanzando, produciendo ejemplares que mejoren la genética de la ganadería nacional para tener mejores índices reproductivos y productivos», expresó el médico veterinario, Carlos Gutiérrez, miembro de la familia ganadera de Ganadería Luz y Sombra y con amplia experiencia en el sector.
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