La Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) lucha desde hace más de 40 años por el desarrollo de la aviación civil promoviendo una mejor regulación del sector y la «uniformidad de procesos», aspecto este último esencial para afrontar el entorno generado por la pandemia.
«ALTA significa para el sector comercial lucha por la industria, por una regulación mejor, es una asociación que está completamente involucrada con el desarrollo de la aviación civil como un todo, en toda su cadena», afirmó su director ejecutivo y consejero delegado (CEO), José Ricardo Botelho.
Fundada en Bogotá (Colombia) en abril de 1980 como Asociación Internacional de Transporte Aéreo Latinoamericano (AITAL), el ente ha afrontado diversas crisis como las energéticas, los atentados del 11 de septiembre y ahora la pandemia.
«Hemos pasado por muchas crisis (y) esta (de la covid) es la peor, pero vemos a ALTA muy fuerte para lograr la mejor estrategia, uniformidad de procedimientos para hacer frente al entorno derivado de la emergencia sanitaria”, sostuvo Botelho.
Es por ello que la Asociación, durante esta crisis por la pandemia como las anteriores, mantiene una constante comunicación con los Gobiernos, en busca de la armonización de medidas de bioseguridad y de otras resoluciones que afecten a la industria, a fin de impulsar su recuperación.
En los eventos de ALTA, que se siguen realizando de manera presencial y en un entorno seguro debido a las medidas de bioseguridad, «buscamos que estén miembros del Gobierno, los ministros de Infraestructura, Turismo, Transporte y ahora Salud, porque es importante para el sector dialogar», afirmó el CEO de la asociación.
Es así como en el ALTA Airline Leaders Forum que tendrá lugar del 24 al 26 de octubre en Bogotá, está programada una reunión con autoridades para tratar sobre «la necesidad de evaluar y optimizar las normativas, ya que aquellas ineficientes están dificultando la reactivación de la conectividad» en la región.
El ALTA Airline Leaders Forum es el evento anual más importante de la Asociación. Reúne a los CEO de toda la cadena de la industria y conferencistas que este año discutirán puntos clave para la recuperación de la aviación civil y el desarrollo socioeconómico de la región de manera responsable con el medioambiente.
Con el diálogo multisectorial «superaremos esto y veremos los aprendizajes de la pandemia, de esta crisis histórica, pero veo a ALTA buscando nuevos miembros, manteniendo a nuestros miembros dentro y fuera de nuestra región y teniendo una sola voz», destacó Botelho.
A lo largo de los 40 años de la existencia de ALTA, la flota de la región se multiplicó por ocho, las aerolíneas de la región han logrado brindar empleos a cuatro veces más personas y transportar a seis veces más pasajeros, generando alrededor de 7,2 millones de puestos de trabajo y contribuyendo al PIB de la región con más de 156.000 millones de dólares.
Ahora la Asociación ha abierto una nueva senda para la capacitación del personal de las empresas miembro, con la firma de acuerdos con instituciones académicas.
Así, ALTA y la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle (ERAU) se ha asociado para entregar un certificado personalizado en Cadena de Suministro Global y Operaciones en Aviación, un área que ha demostrado ser vital para la viabilidad y éxito de las organizaciones, de acuerdo con la información académica.
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