(EFE).- El Gobierno brasileño trabaja con la previsión de que la economía del país crezca un 2,51 % en 2022, de acuerdo al proyecto de presupuestos para el año próximo presentado este martes al Parlamento.
Esa tasa de crecimiento equivale a la mitad de la prevista para 2021, un año considerado atípico pues sigue al descalabro provocado por la pandemia de coronavirus, que fue el principal factor para la severa caída del 4,1 % que sufrió la economía brasileña en 2020.
Las proyecciones que constan en el proyecto, que puede ser objeto de modificaciones en las cámaras legislativas, incluyen también una inflación del 3,50 %, una tasa de cambio estabilizada en torno a los 5,50 reales por dólar y unos tipos básicos de interés del 6,63 %.
Asimismo, el Ministerio de Economía propone para 2022 un aumento del 6,2 % del salario mínimo mensual, que llegaría así a 1.169 reales (hoy unos 224 dólares), un valor insuficiente para cubrir la inflación de este año, que se calcula que puede llegar al 8 %.
El crónico déficit del sector público ha sido calculado para el año próximo en un equivalente al 0,5 % del Producto Interno Bruto (PIB), una meta que, de ser alcanzada, supondría una notable mejora respecto al 1,8 % que se prevé para este año.
En lo social, el proyecto entregado al Parlamento mantiene el Bolsa Familia, un programa de asistencia a los más pobres creado en 2003, con los mismos recursos destinados en 2021, que suman unos 90.000 millones de reales (hoy unos 17.330 millones de dólares).
Ese valor equivale al 0,5 % del PIB y subsidia a unas 14 millones de familias de bajos recursos, aunque el Gobierno tiene la intención de ampliar tanto los subsidios como el número de beneficiarios antes de que concluya el debate parlamentario sobre los presupuestos.
Para ello, trabaja con la posibilidad de que el Parlamento ceda y acepte postergar por una década un valor equivalente a los subsidios que se pagan por año a los más pobres y que corresponde a deudas judiciales que el Poder Ejecutivo tiene con terceros.
Hasta la espera que eso se defina, la única modificación en esos planes asistenciales es un cambio de nombre del Bolsa Familia, que fue bautizado así en 2003 por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, quien hasta hoy lidera las encuestas para las elecciones presidenciales del año próximo.
La decisión del Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, quien aspirará a renovar su mandato en 2022, es que ese programa pase a ser conocido ahora como Auxilio Brasil, algo que para todos los analistas políticos denota una clara intención electoral.
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