Siempre se ha hablado de la capacidad que tienen las mujeres para realizar múltiples tareas al mismo tiempo, versus, la incapacidad de concentrarse en más de una cosa, que tienen los hombres. Sin embargo, estudios indican que ocurre en ese intento de ser multifuncional, y señala algo distinto a ser una súper habilidad.
En el libro Solo una cosa, de Jay Papasan, concluyen en una de las investigaciones que “los multitaskers son sencillamente malos en todo”. Una afirmación sorprendente, pues se supone que la multitarea es una habilidad y de no serlo sería una gran desventaja.
Quienes son capaces de hacer dos o más cosas a la vez, como estar comiendo y mirar un mapa, se cataloga como hacer una cosa de manera automática mientras nos concentramos en otra, pero lo que no podemos hacer, es concentrarnos en dos cosas al mismo tiempo.
Otro de los problemas que atenta contra la eficiencia de nuestro desempeño, se basa en las continuas interrupciones a aquello en lo que estamos totalmente concentrados. Ya sea, el teléfono, el WhatsApp, el correo o las personas que nos rodean, nos hacen cambiar de manera constante nuestra atención de una actividad a otra.
Se calcula que en el ambiente laboral, somos interrumpidos cada once minutos.
Lo que sucede cuando se interrumpe un trabajo y se trata de asumir otro, se denomina “alternancia de tareas”. Esta ineficiencia del multitasking y de los microperiodos de concentración afectan no solo nuestra eficiencia, sino, nuestra salud física y mental.
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