Esta semana, Centroamérica fue noticia en los medios de comunicación, esta vez no por el COVID-19, ni por las caravanas de emigrantes hacia Estados Unidos, en esta ocasión ha sido un desastre natural comparado con el gran Huracán Mitch, que azotó las mismas zonas en 1998.
El protagonista ha sido el huracán Eta, decimosegundo de esta temporada y el que alcanzó la costa Atlántica de Nicaragua siendo un ciclón de categoría 4, la madrugada del martes 3 de noviembre con 225 km/h.
Los países afectados fueron Nicaragua, Honduras y Guatemala. A su llegada a la costa de Nicaragua, ocasionó marejadas ciclónicas con un aumento del nivel sobre su valor normal de entre 4 a 6 metros. Las lluvias superaron los 500 l/m2, con vientos mantenidos de más de 120 km/h.
A pesar de que el Eta fue debilitándose progresivamente, sus vientos y las fuertes lluvias dejaron como consecuencia inundaciones por crecidas de ríos, deslizamientos de tierra, viviendas destruidas, caídas de árboles, y miles de personas evacuadas. Los primeros destrozos se dieron en la región de Bilwi, en el norte de Nicaragua, cerca de la frontera con Honduras.
A unos 160 kilómetros al oeste de donde Eta ingresó, dos mineros murieron cuando una ladera de la montaña desató toneladas de barro, el martes por la mañana.
Eta entró por el sur de Honduras, como una tormenta tropical el miércoles 4 de noviembre y salió por su frontera norte convertida en depresión tropical. Al ser un país montañoso, sus ríos crecieron rápidamente, ocasionando grandes avenidas, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
Aún continúan las tareas de búsqueda y rescate de personas, el trabajo se ha visto afectado ya que ha habido destrucción de carreteras y puentes, obligando a las autoridades a reclutar militares y a hacer uso de helicópteros y lanchas rápidas para rescatar a las personas varadas de sus casas.
Según las autoridades de este país, se confirman once personas fallecidas por derrumbes de tierra o ahogados por la crecida de ríos. La mayoría eran niños y adolescentes.
En Guatemala, al menos cuatro personas murieron en deslaves, entre ellas dos niños de 2 y 11 años.
Por otra parte, según el portavoz del Ejército guatemalteco, Eta ha provocado tormentas que ha dejado la desaparición de más de 100 personas y sepultado más de 150 casas.
En Panamá, las autoridades recuperaron los cuerpos de cinco personas que fueron arrastradas por ríos desbordados en el occidente del país
En El Salvador, cientos de personas tuvieron que ser evacuadas y el país se encuentra en máxima alerta.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos indicó el viernes que Eta se reorganizará y aumentará de fuerza pasando a tormenta tropical en su rumbo hacia Cuba.
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