La tasa de inflación continúa su sostenido auge en Estados Unidos a medida que la economía se reactiva tras la pandemia, y en junio el acumulado anual de alza precios al consumidor se ubicó en el 5,4 %, informó este martes la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
El mes pasado el índice de precios al consumidor (IPC) en Estados Unidos subió un 0,9 %, aupado por el incremento en los de los coche usados (10,5%) y la gasolina (2,5%).
En los últimos tres meses la tasa interanual ha crecido del 4,2% en abril, al 5% en mayo y al 5,4 % en junio.
En el último año, el precio de los coches usados ha subido un 45,2 %; el de la gasolina un 45,1%; y el de los billetes de avión un 24,2%, según el reporte dado a conocer hoy.
Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, los más volátiles, la inflación subyacente el mes pasado fue del 0,9%, y del 4,5 % en los últimos 12 meses, la cifra más alta de este indicador desde 1991.
Este repunte de los precios al consumidor se conoce dos semanas antes de la próxima reunión de la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. sobre política monetaria, y en medio de la creciente preocupación por la inflación a medida que la economía afianza la recuperación.
«Lo que esto realmente nos muestra es que las presiones inflacionarias se mantienen más fuertes de lo percibido y que van a estar con nosotros por un largo periodo de tiempo», dijo Sarah House, economista de inversión y empresas del banco Wells Fargo en una nota a clientes.
Si bien la mayoría de los economistas coinciden en que como consecuencia del levantamiento de las restricciones impuestas por la pandemia y la reapertura económica es normal observar alzas en los precios, la duda es si se trata de un repunte temporal u obedece a razones de fondo, lo que sería más peligroso.
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