La transición hacia la maternidad es un proceso altamente complicado, donde tanto el cuerpo como la mente de la nueva madre debe afrontar retos y situaciones totalmente desconocidas e inciertas. Con la venida de la pandemia por COVID-19 este trayecto puede haber sido afectado al tener que lidiar con un factor totalmente impredecible que ha impactado en cómo las mujeres experimentan la maternidad en tiempos de pandemia.
Son madres que han dado a luz sin la compañía de sus parejas (son pocos los casos que si lo han experimentado), luego del parto no han recibido visitas de sus familiares en el hospital, teniendo solo a sus bebés a lado y agravadas por la soledad del confinamiento por coronavirus, esto puede ocasionar que la mujer se sienta mucho más la soledad de no tener a sus seres queridos cerca. Han regresado a sus casos con sus hijos entre sus brazos con muchas incertidumbres sobre el futuro que les espera…
A esto le debemos añadir todo lo que vivieron en su etapa de embarazo, cuando la pandemia estaba arrasando con centenares de personas. ¿Se imaginan vivir una gestación donde no puedes recibir visitas, no puedes salir a un restaurante, ni tan siquiera a un supermercado, por el miedo a ser víctima de esta enfermedad mortal? Esto puede llevar a un estado de depresión por parte de la madre, quien no se imagina que el parto lo vivirá solamente a lado de doctores y enfermeros cubiertos con mascarillas con miedo a no ser portadores del virus.
Tras el parto, la mujer regresa a su hogar en una situación no solo física sino emocionalmente debilitada, y tiene que adaptarse a la crianza. Hay incertidumbre y, también ansiedad que se incrementa muchísimo y esto puede repercutir en el bebé, ya que puede estar más irritable.
¿Cómo se puede ayudar a la madre? Primero que todo, ofrecerles información con base científica, real, válida, para que controlen estos sentimientos. Para pasar ese túnel, se necesita tener presente tres puntos: comer, dormir y tener ayuda. Si la madre come, duerme y tiene ayuda, adquiere sensación de control y esa tristeza, agudizada ahora al máximo en tiempos de coronavirus.
Claves para que la madre reduzca su ansiedad
Come bien. Lo ideal es que la madre tenga comida que le favorezca tanto a ella como a el bebé. Y así esté bien alimentada para poder lidiar el resto del día.
Descansa. Tendrás un sueño interrumpido. El bebé duerme 18-19 horas al día al principio sin distinguir día de noche. Considera que eres parte de esa transición de adaptación y prioriza dormir, aprovecha cualquier oportunidad, para sacar al menos ocho horas.
Y si no puedes dormir, al menos trata de descansar esto ayudará a estar mejor para ti y para tu bebé. Algunas veces podrás tener unas ganas tremendas de recuperar la normalidad, pero es que hay que tener en cuenta que entre el nacimiento y la vida habitual hay un periodo de ínterin donde todavía no puedes pensar en hacer algo “normal”.
Por otra parte, es el momento ideal para que el padre se convierta en un apoyo importante a la hora de darle a la nueva madre ese acogimiento emocional esencial, y que mantenga la intendencia, las comidas y todas las medidas de higiene y de protección para la familia,
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