La llegada del Coronavirus le demostró al mundo entero la importancia que tiene el estar actualizados en temas tecnológicos, y es que a raíz de la pandemia, la tecnología fue el aliado fundamental de muchas empresas, colegios, universidades, que optaron por seguir sus actividades desde casa conectados a una computadora o un smartphone.
Sin tecnología no habría sido posible continuar los trabajos desde casa, y las economías del mundo estuvieran en un caos completamente. Es por ello que la región centroamericana continúa desarrollando estos temas, a pesar de que no ha sido una tarea fácil.
Para Stephanie Black, fundadora de Wosec Panamá, la educación y la tecnología van de la mano, es por ello que Centroamérica necesita de tomadores de decisiones que tengan presente este tema en sus agendas.
Asimismo, detalla que, se espera que en Panamá no solamente se consuma la tecnología, sino que también se conviertan en un país que la desarrolle y la produzca a tal punto de exportarla.
Actualmente el nicho tecnológico en Panamá tiene potencial, dado que existen profesionales con un alto nivel educativo, sin embargo podría brindarse mucha más atención a este tema, debido a que hay muchas áreas en las que se debe de mejorar.
«En Panamá hemos avanzado a gran escala en unos pocos meses en cuanto a tecnología y se ha hecho notorio la importancia de invertir en ella, tanto en el área pública como la privada» comenta Black.
De igual forma, nos dice que ya en Panamá se ha iniciado a digitalizar y automatizar procesos para evitar contactos o mantener el distanciamiento, y para Black esto está creando un gran nicho en tecnología en Panamá.
Pero, para actualizarse en tecnología, es necesario involucrar a todos los sectores y generaciones para saber educarlos en este tema y que no exista desigualdad. Por ejemplo, cada vez se nota más la diferencia de generaciones marcadas por la tecnología, muchos de los niños de ahora aprenden a utilizar una «tablet» antes de aprender a hablar.
En estos niños es más normal, es parte de su diario vivir, por el contrario, aún existen generaciones que se incomodan con hacer llamadas desde un teléfono móvil, explica Black.
La tecnología no tiene sexo, color, ni edad. Sin embargo, las mujeres y la tecnología siguen siendo tema de conversación importante, según Black, y es que el porcentaje de mujeres en tecnología es muy bajo. «En algún momento se creó una perspectiva errónea de que el campo de la tecnología es solo para hombres, pero si nos vamos a la historia, hay muchas mujeres que lograron avances muy importantes para la computación, las redes y la tecnología que conocemos ahora» afirma Black.
Hoy en día, las mujeres tienen los mismos derechos al igual que los hombres, pero, para Black, de acuerdo a su experiencia trabajando en esta área, le ha enseñado que sin importar las leyes que se hayan creado, el factor cultural es decisivo al momento de escoger una carrera universitaria, de buscar trabajo y hasta de elegir pasatiempos.
«Cambiar esta mentalidad puede ser una tarea titánica, pero se puede hacer. Las nuevas generaciones deben ser educadas con ese sentimiento de igualdad en todos los ámbitos tanto escolar como familiar, se debe aprender desde el hogar que las profesiones no tienen género» finaliza Stephanie Black.
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