Acuerdo de París
Cuando se trata de reducir las emisiones, algunos países apuntan alto pero fallan por mucho. Mientras tanto, otros rechazan los grandes compromisos en la escena internacional pero reciben buenas notas por sus registros de gases de efecto invernadero. Los países firmantes del Acuerdo de París se comprometieron a esforzarse por alcanzar un límite de aumento de la temperatura global de 1,5° Celsius para 2030. Pero incluso los objetivos considerados «suficientes», como la limitación del calentamiento global a un máximo de 2°, se incumplen en la mayoría de países.
Los científicos creen que un calentamiento global de 2° elevaría el nivel del mar unos 56 centímetros, aumentaría un 25% los días de calor y podría generar períodos de sequía de cuatro meses. Un escenario de calentamiento de 3° prodría provocar trastornos masivos en los ecosistemas y los patrones climáticos, mientras que uno de 4° limitaría seriamente las zonas habitables del planeta.
El Climate Action Tracker publica los objetivos a los que se comprometieron 36 países y la Unión Europea, y mide los logros previstos hasta 2030 en base a las políticas y acciones concretas ya puestas en marcha. Según este sitio web, países como Arabia Saudita y Turquía rechazan la responsabilidad asociada a los objetivos climáticos. Si todos los países siguieran el enfoque de acción mínima o nula, el calentamiento global superaría los 4° hacia 2030. India y Kenia son dos países que se rehúsan a compromisos de límites de calentamiento, pero que están en buen camino de alcanzar incrementos inferiores a 2°. En el otro extremo está Canadá, que se comprometió con el objetivo de 2°, pero cuyas acciones y políticas hasta 2030 sugerirían un aumento de 4° de la temperatura global.
De los siete países latinoamericanos analizados, Costa Rica es el que demuestra la mayor responsabilidad para alcanzar lo prometido en París. El gobierno de este país aboga por un límite de calentamiento global de 2° y se espera que su acción individual, en caso de que todos los países adoptasen medidas equivalentes, podría resultar en un máximo de 1,5°. México y Argentina, en cambio, se comprometen a un límite de 3°, pero sus políticas a nivel doméstico generarían un aumento global de 4°. Brasil y Colombia, por su parte, prometen apenas un grado Celsius más de lo que pueden conseguir, un máximo de 3°.
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