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En 2024, la economía de Nicaragua ha mostrado signos claros de estabilidad monetaria, reflejando un manejo prudente de sus políticas fiscales y monetarias. Según los datos del Banco Central de Nicaragua (BCN), las reservas internacionales brutas (RIB) han continuado su tendencia al alza, alcanzando los 6,048.6 millones de dólares en septiembre de 2024. Este nivel de reservas proporciona una cobertura de 3.6 veces la base monetaria, lo que fortalece la posición del país para enfrentar posibles desequilibrios externos y mitigar shocks financieros.
Los agregados monetarios, que incluyen M1, M2 y M3, también mostraron un crecimiento interanual del 11.6%, impulsado por un aumento en los depósitos del público y en el numerario. Este crecimiento refleja una mayor confianza en el sistema financiero del país, destacando la solidez de la liquidez en la economía nicaragüense. Además, la base monetaria registró un incremento interanual del 14.5%, en gran medida debido a las operaciones realizadas en la mesa de cambio del BCN y al aumento de la demanda de letras en moneda nacional.
Por el lado cambiario, el tipo de cambio ha mostrado estabilidad. La brecha cambiaria, que mide la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el del mercado, se mantuvo baja, promediando un 0.42% en septiembre. Este control del tipo de cambio ha sido clave para mantener bajo control las presiones inflacionarias, lo que ha proporcionado estabilidad en los precios, un factor determinante para la confianza de inversionistas y consumidores.
Un factor relevante en la economía nicaragüense es el fuerte flujo de remesas familiares, que continúan siendo una fuente de ingresos. En los primeros siete meses de 2024, Nicaragua recibió 2,926.3 millones de dólares en remesas, lo que representó un crecimiento del 11.5% interanual. En términos generales, las remesas representaron 26.1% del PIB en 2023, y este crecimiento continuo ha sido esencial para sostener el consumo interno y mejorar las condiciones económicas de muchos hogares.
En cuanto al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), Nicaragua reportó un incremento del 3.7% en el primer trimestre de 2024. Este crecimiento fue impulsado principalmente por sectores clave como la construcción, que creció un 16%, seguido por el comercio con un aumento del 7.3%, y los servicios financieros, que registraron un crecimiento del 5.1%. Estos sectores continúan siendo pilares fundamentales del dinamismo económico del país.
Conclusión
En conclusión, Nicaragua ha logrado mantener una estabilidad económica en 2024, con sólidos indicadores monetarios y un crecimiento sostenido en sectores clave. Sin embargo, la dependencia de flujos externos como las remesas y la situación política interna continúan siendo factores de riesgo que deben ser considerados cuidadosamente por potenciales inversionistas. La estabilidad del tipo de cambio y el control de la inflación seguirán siendo cruciales para el desempeño económico en el mediano plazo.
Fuente Banco Central
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