Ahora le toca a Europa. El sistema bancario europeo tiembla con el desplome de Credit Suisse Group AG, cuyas acciones cayeron un 25% luego que su principal accionista, el presidente del Saudi National Bank, Ammar Al Khudairy, descartó seguir invirtiendo.
El Saudi National Bank, que pertenece en un 37% al fondo soberano del reino, se convirtió en el mayor accionista de Credit Suisse a finales del año pasado, tras adquirir una participación del 9,9% en el prestamista suizo por 1.400 millones de francos. La participación ha perdido más de 500 millones de francos en cuestión de meses.
El banco Credit Suisse sufrió el mayor castigo bursátil en 167 años de historia, debido a la desconfianza generalizada en el sector bancario tras la quiebra de tres establecimientos en Estados Unidos, situación que le ha encontrado debilitado por sus pésimos resultados y varios escándalos.
Los analistas financieros en Suiza consideran, sin embargo, que la atmósfera de pánico con repercusiones globales y particularmente en Europ, fue excesiva, ya que el segundo banco del país tiene características que lo diferencian fundamentalmente de los bancos regionales estadounidenses en bancarrota.
El banco vivió una pesadilla en la Bolsa de Valores de Zúrich, donde cotiza, y sus acciones llegaron a perder el 30 % de su valor para luego subir ligeramente y cerrar con una caída del 25 %, lo que ha situado el precio del título en 1,7 francos suizos (1,74 euros), cuando jamás habían estado por debajo de los 2 francos.
Hoy, el índice Euro Stoxx Banks bajó un 7%, alcanzando su nivel más bajo desde principios de enero. BNP Paribas SA se hundió un 11%. Antes de la apertura de las bolsas, las pérdidas eran de un 3,9% para el Bank of America, 4% en el caso de Wells Fargo y de un 3,8% para el Citigroup 3,8%.
El banco suizo lleva unos meses inmerso en un complicado plan de reestructuración que le llevará a escindir la unidad de banca de inversión y centrarse en su negocio clave de gestión de patrimonios. Este esfuerzo corre el riesgo de complicarse por el malestar del mercado financiero tras la quiebra de varios bancos regionales estadounidenses.
La caída del banco suizo ocurre después del colapso de algunos bancos regionales estadounidenses, lo que dejó a los inversionistas preocupados por posibles repercusiones. Los rendimientos de la deuda pública se desplomaron a nivel global luego de que muchos operadores desecharan las apuestas de alzas de tasas adicionales y comenzaran a descontar recortes de tasas por parte de la Reserva Federal y otros bancos centrales importantes.
Asimismo, la creciente volatilidad en los mercados financieros globales está repercutiendo en las naciones emergentes, ya que los inversionistas están buscando refugio en medio de la nueva crisis en Credit Suisse Group AG.
Un indicador de las monedas de los países en desarrollo retrocedía por segunda sesión hoy miércoles, y las pérdidas eran lideradas por el florín húngaro y la corona checa, que caían al menos un 2,9%. Un índice de acciones de mercados emergentes se encontraba en su nivel intradiario más bajo desde diciembre, y las acciones sudafricanas experimentaban su racha de pérdidas más larga en cinco años.
Fuente: Cables de noticias internacionales
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