Sin lugar a dudas, el uso responsable de la energía no es una responsabilidad exclusiva de las grandes empresas o industrias. En nuestros hogares, tenemos el poder de modificar ciertos hábitos de consumo energético que no solo nos beneficiarán económicamente, sino que también contribuirán a la preservación del medio ambiente.

De acuerdo con un estudio realizado por la Energy Information Administration, se espera que el consumo global de energía aumente en casi un 50% para el año 2050. Ante este inminente escenario, se hace evidente la urgente necesidad de incorporar prácticas y productos que nos ayuden a reducir nuestro consumo de energía.

La buena noticia es que el avance de la tecnología nos permite  explorar y adoptar diversas alternativas, productos y prácticas que podemos implementar en nuestros hogares para hacer frente a la creciente demanda energética, reducir los costos operativos y, al mismo tiempo, minimizar nuestro impacto en el medio ambiente. Compartimos algunas de las increíbles opciones que los avances tecnológicos en la línea de electrodomesticos nos ofrece.

● Solución de lavandería eficiente en energía y con optimización de IA: Tener una lavadora y secadora que no aumente la factura de electricidad es un no negociable, por lo que se debe buscar una que promueva la sostenibilidad del guardarropa y del medio ambiente, algo que se puede lograr con Inteligencia Artificial. Estos electrodomésticos seleccionan de manera inteligente el ciclo de lavado óptimo para brindar un 10% más de protección de tejidos y así ayudar a prolongar la vida útil de la ropa. Incluso existe la tecnología que incluye un ciclo especializado que evita que hasta un 60% de las emisiones de microplásticos de los ciclos de lavado entren en el suministro de agua.

● Refrigerador eficiente en energía con un rendimiento sólido: Otro elemento altamente eficiente, es contar con un refrigerador que tenga un compresor que ofrezca eficiencia energética. El compresor es el motor del refrigerador, es quien se encarga de enviar la energía necesaria para mantenerlo en funcionamiento, sin malgastar el equipo. Esto se puede lograr mediante el control de capacidad de enfriamiento, por ejemplo. Gracias a su capacidad de ahorro, un compresor de esta tecnología podría lograr reducir el gasto de energía hasta un 51%.

● Cocina con máxima eficiencia energética: La eficiencia energética de un buen horno, por ejemplo, se debe en gran parte a sus aislantes, control de calefacción optimizado y puerta de vidrio de cuatro capas; una combinación que puede conservar energía y minimizar la pérdida de calor. Este tipo de tecnología ayuda a preservar el calor dentro del horno, permitiendo a los usuarios verificar el progreso de su comida sin tener que abrir la puerta, lo cual ahorra energía.

● Utiliza ciclos cortos de lavado. Al usar un ciclo corto, lavas tu ropa en menos tiempo. Además, ten en cuenta que cuanto menor es la temperatura del agua, más energía ahorras. Lavar la ropa a 30 grados en vez de a 40 grados durante 12 meses puede ahorrar energía suficiente para iluminar 9 habitaciones durante 1 año.

● No dejes aparatos eléctricos en modo suspensión. Si el televisor, el equipo de sonido y demás electrodomésticos se quedan en modo de suspensión, van a seguir consumiendo energía. Actualmente, ya existen electrodomésticos que permiten que sean manejados a través de aplicaciones para el móvil, desde donde sea que esté la persona, lo cual facilita apagarlos con un solo click o cambiar el ciclo de la lavadora, por ejemplo.

● Adquiere electrodomésticos que sean energéticamente eficientes: Consulta la eficiencia energética de tus electrodomésticos, la cual encuentras en las etiquetas de los equipos. Cuanto más cerca esté de la letra “A” y el color verde, mejor es el uso de la energía de ese electrodoméstico.

Directivos de LG Electronics, marca con tecnología de vanguardia en electrodomésticos, recordaron que cada vez que se toma una decisión para ahorrar energía, por más pequeña que parezca, se contribuye a una cadena de múltiples beneficios como aumentar la sostenibilidad del planeta, cuidar sus recursos naturales, disminuir los efectos del cambio climático y por supuesto, cuidar a las futuras generaciones.