La comunicación estratégica corporativa

Gilda E. Tinoco Castillo

Máster en Comunicación y periodismo, con especialización en neuromarketing y telecomunicaciones, Diplomado internacional en Gerencia de Liderazgo, Coaching, Programación Neurolingüística e Inteligencia emocional.

Mentora de profesionales de la comunicación y el marketing, apasionada por las tendencias de la industria y dedicada a crear oportunidades de superación y crecimiento, mediante el uso inclusivo de la tecnología.

La comunicación estratégica, hoy en día, va mucho más allá de colocar comunicados en diversos medios; se trata de dirigir los discursos y narrativas de las marcas, para generar información útil que satisfaga las necesidades de nuestros stakeholders.

Hoy más que nunca es indispensable que tanto pequeñas como grandes empresas, cuenten con un plan de comunicación estratégico eficaz que les ayude a elevar la conversación en torno a sus marcas, para obtener ventaja competitiva en los mercados y preferencia de los clientes.

Pilares de la comunicación estratégica

Un plan de comunicación estratégico debe garantizar que las comunicaciones tengan en cuenta el conocimiento, las necesidades y los comportamientos de los clientes, por tal razón podemos resumir que la comunicación estratégica está conformada por tres pilares:

1. El ADN de la marca, que trata de entender quién es la marca o el que comunica por qué lo comunica y a quién lo comunica, además de qué quiere comunicar y por qué lo quiere comunicar. 
2. Las audiencias y sus contextos que al mismo tiempo son los clientes y el mercado. La clave es entender bien a quién se comunica y el mercado objetivo que al mismo tiempo es su target, quien compra el producto o servicio.
3. Este pilar de la comunicación estratégica agrupa a los medios de comunicación, ya sean los medios tradicionales, los no tradicionales (digitales) y por supuesto la publicidad que es una forma reiterativa de comunicación de la marca, de forma persuasiva con innovación y repetición

El reto para las empresas es desarrollar una comunicación que sea efectiva en lo offline y en lo online poderosa, pero, sobre todo: sencilla de contagiar. En resumen, una comunicación estratégica que cuente historias agradables todos los días.