La gestión del conocimiento, un intangible empresarial necesario

El desarrollo de las Tecnologías de la información y la comunicación han dinamizado el aprendizaje organizacional y el capital intelectual, facilitando el uso y creación del conocimiento y generando valor a la organización. 

Cuando hablamos del aprendizaje organizacional, nos referimos al proceso de adquirir el conocimiento que permita aumentar las capacidades de una organización, es decir el medio para que la empresa pueda resolver los problemas cada vez más complejos que se presentan. No debemos olvidar que las organizaciones sólo aprenden a través de individuos y que el aprendizaje individual no garantiza el aprendizaje organizacional, por tanto, transferir el conocimiento desde el individuo hacia todos los colaboradores y viceversa, es fundamental para el crecimiento y sostenibilidad de las organizaciones.

Las actividades que se deben realizar para la gestión del conocimiento son:

1. Capturar el conocimiento: esto lo podemos realizar documentando las buenas prácticas empresariales, documentando la resolución de problemas técnicos o al documentar proyectos realizados para clientes.
2. Almacenar el conocimiento: una vez capturado todo el conocimiento, debe ser almacenado en archivos o en bases de conocimiento y organizado para ser encontrado y consultado fácilmente.
3. Compartir, distribuir o dar acceso al conocimiento: es hacer llegar el conocimiento a quien lo necesite, cuando le es necesario. 
4. Utilizar el conocimiento: Aunque parezca obvio, en la realidad sucede que, a pesar de existir mucho conocimiento, este no lo utilizan.

Todas estas actividades, pueden llevarse a cabo con rapidez y facilidad, cuando empleamos herramientas tecnológicas, entre las más utilizadas se encuentran las bases de conocimiento, estas usan el mismo concepto y estructura que las bases de datos; también están los sistemas de gestión documental; la intranet empresarial; apps de comunicación y páginas o grupos en redes sociales.