Los cafetales de Nicaragua son más que campos de cosecha; son un tesoro de recuerdos y conexiones que se entrelazan con la idiosincrasia del país. Natalia Cruz, una talentosa artista originaria de Granada, ha logrado capturar la esencia de estos momentos en hermosas obras de arte que ahora cobran vida en las tazas conmemorativas de Café Presto, fusionando el arte y el café en una experiencia única.
Desde su adolescencia, Natalia ha caminado entre las plantaciones de café, tejiendo sus vivencias en el suave aroma y los matices de los granos. Entre risas compartidas con sus hermanas y los días, desde la madrugada, entre cafetales, el café se convirtió en un testigo de sus primeros amores y en el motor creativo que hoy la impulsa.
A pesar de iniciar en el mundo del Diseño de Modas, el destino la guió hacia la paleta y el lienzo. Fue una amiga canadiense quien la introdujo en el universo de la pintura, abriendo una puerta que la llevó a la Escuela Nacional de Artes Plásticas Rodrigo Peñalba, donde finalmente halló su pasión por la acuarela.
Dos de sus obras más icónicas, «La Jornada» y «Disfruta el Viaje», han encontrado un nuevo lienzo en las tazas conmemorativas de Café Presto. Una colaboración que fusiona el arte de Natalia con el ritual cotidiano del café, creando una conexión profunda entre el arte y la vida diaria.
«Disfruta el Viaje» encapsula la nostalgia y la emoción de esas madrugadas en los cafetales. “Recuerdo aquellos días, cuando junto con mis hermanas y mi primer novio nos aventurábamos en los cafetales a las 4:00 de la mañana. Nos colábamos entre los trabajadores, aprendiendo sobre la cosecha del café y compartiendo risas en el autobús que nos llevaba a la finca. Las montañas eran testigos del amanecer y ese paisaje quedó grabado en mi mente. Mi obra Disfruta el Viaje intenta capturar todo eso”, compartió Natalia con emoción.
«La Jornada» lleva consigo la vibrante paleta de colores y texturas que rinden homenaje a la vida en el campo. «Recuerdo el crujido del portón de madera cuando llegábamos, el camino con plantas de café a los costados, las instrucciones del capataz sobre qué granos se deberían recolectar. Pero uno de los momentos más emocionantes de la jornada era cuando todos tomábamos café en el descanso y compartimos historias. Aprendí mucho en esos días, no solo sobre la recolección del café, sino sobre la convivencia con el resto de los recolectores. Mi obra intenta reflejar esas lecciones», señala Natalia .
Estas dos obras maestras ahora decoran la edición limitada de tazas conmemorativas de Café Presto, rindiendo tributo a la historia y la cotidianeidad del campesino nicaragüense. «Me siento muy feliz de saber que mi historia y la de miles de recolectores, ahora va a ser parte de las mañanas de los nicaragüenses cuando se tomen su café en estas tazas para iniciar sus días. Siento un profundo agradecimiento con Café Presto por darme la oportunidad de plasmar los paisajes y la cotidianeidad del campesino», puntualiza Natalia.
Desde las colinas de los cafetales hasta las mesas de miles de hogares, estas tazas conmemorativas no solo brindan una experiencia de café excepcional, sino que también honran la rica tradición cafetalera que ha dado forma a la identidad de Nicaragua. Llevar a cabo esta fusión de arte y tradición despierta no solo los sentidos de los consumidores, sino también su aprecio por la riqueza cultural que yace en cada taza.