Como cada año, los relojes de varios ciudadanos del mundo se adelantan una hora en estas fechas. Es el caso de aquellos que viven en los Estados miembros de la Unión Europea, que en la madrugada de este sábado 25 de marzo al domingo 26, tendrán que dejar atrás el horario de invierno. Así, cuando el reloj marque las 2:00, serán las 3:00. Con este cambio se perderá una hora de sueño esa noche, pero a partir de entonces, cada día amanecerá y anochecerá más tarde.
La Unión Europea no es la única que cambia la hora dos veces al año (a finales de octubre y a finales de marzo). Estados Unidos y Canadá también lo hacen, aunque en fechas distintas y con algunas excepciones, pues hay zonas que no siguen el cambio horario del resto del país. En el continente europeo, destacan países como Rusia, Bielorrusia o Turquía, que no hacen en la actualidad el cambio de hora. Esta práctica también se lleva a cabo en Nueva Zelanda, en algunas partes de Australia, así como en algunos países de Oriente Medio (Líbano, Israel) y Sudamérica (Paraguay, Chile).
En América Latina, varios países probaron las modificaciones de horario en el pasado, pero pocos las conservan hoy en día, tal y como sucede en el continente africano y en Asia. Uno de los últimos países en abandonar el cambio de hora fue México, que a finales de octubre de 2022 aprobó la reforma que eliminaba de manera definitiva el horario de verano en el país, por lo que el pasado 30 de octubre fue la última vez que la población mexicana tuvo que ajustar sus relojes. 2023 es el primer año desde 1996 en el que este país no pasa al horario estival en primavera. Sin embargo, en algunas zonas fronterizas con los Estados Unidos hace unas semanas sí se ajustó el reloj y se adelantó una hora, pues, aunque el horario de verano se eliminó, se aprobó el horario estacional.
Menos del 40% de los países del mundo ajustan la hora actualmente, aunque más de 140 han aplicado el cambio horario alguna vez en el pasado. El objetivo original de la medida era hacer coincidir las horas de actividad con las de luz solar, para aprovechar las horas de luz natural, limitando el uso de la iluminación artificial y la calefacción. Sin embargo, su eficacia es cada vez más discutida y los críticos también señalan posibles efectos adversos para la salud.