En medio de la adversidad que trajo la pandemia, en mayo de 2020, surgió una oportunidad que cambiaría la vida de Grace Morrison y que hoy es un emprendimiento de referencia. Lo que comenzó como una respuesta a la necesidad de apoyar a su familia en San Juan del Sur se transformó en el exitoso emprendimiento conocido como Mariscos Morris.
Grace proviene de una familia arraigada en San Juan del Sur, donde sus tíos maternos se dedicaban a la comercialización de mariscos. Cuando un tío se quedó con un excedente de productos, ella decidió compartir en su grupo de vecinos la disponibilidad de filetes frescos, los cuales se agotaron en tan solo una hora. La demanda persistió en los días sucesivos, revelando un interés genuino por los productos y fue en este momento que vislumbró una oportunidad de negocio.
Grace es profesional, con maestrías, más de una década de experiencia en su campo y un trabajo de tiempo completo. De manera que nunca me había considerado a sí misma como alguien que podía vender o dedicarse al rol de empresaria. Sin embargo, “vi la oportunidad de negocios y la tomé. No sabía a lo que me estaba metiendo y he estado siempre aprendiendo, preguntando a mis tíos”, fuente valiosa de conocimiento en esta nueva travesía, cuenta.
Un negocio en constante evolución
Desde entonces, Mariscos Morris se ha venido transformando: pasó de entregar el producto en bolsas plásticas de “gabacha” a tener sus propios empaques al vacío; y de que su esposo hiciera las entregas hasta las puertas de los vecinos, a contar con operación robusta con alianzas estratégicas con varias empresas de delivery. “Al inicio era casi un pasatiempo”, recuerda.
La ventaja competitiva de Mariscos Morris radica en la excelencia: calidad y frescura son pilares fundamentales. A diferencia de los productos que se comercializan en otros comercios, los productos Morris destacan por tener un menor tiempo de congelado. La atención personalizada es un distintivo adicional, el 90% del tiempo es Grace quien atiende a los clientes, garantizando un trato cercano y especializado.
Asimismo, en Mariscos Morris, la labor trasciende la mera transacción comercial, haciendo un trabajo de educadores culinarios al asesorar sobre cómo manejar y preparar los productos de la manera más óptima, se preocupan especialmente por simplificar el proceso para aquellos menos familiarizados con la preparación de productos del mar. Desde camarones pelados y desvenados hasta filetes de pescado sin línea de sangre y cortados en porciones, pasando por pescados enteros descamados y limpios, ofrece productos listos para ser preparados en casa.
Además, para facilitar la experiencia culinaria, ofrecen opciones en tamaños amigables, como presentaciones de una libra. Esto elimina la necesidad de manejar grandes bolsas que deban ser congeladas y descongeladas repetidamente para extraer una porción, simplificando así el proceso y asegurando una preparación sencilla y conveniente en el hogar.
Con más de tres años de vida, Mariscos Morris ha evolucionado, no sólo en términos de productos y servicios, sino también en la mentalidad de su líder. «El mayor logro ha sido ver al negocio como tal. Al inicio era la idea de apoyar a un familiar, después fue un hobby, una cosa extra. El mayor logro fue decir: ‘Esto es un negocio y yo soy una emprendedora’. Es aceptarlo, creermelo y ya cuando uno está montado en el toro, hay que jinetearlo”, comparte.
Aprendiendo a manejar los desafíos
Sin embargo, no todo ha sido un camino fácil. Enfrentar los desafíos en este camino empresarial ha sido una lección constante para Grace. «Los desafíos no considero que los haya superado, uno aprende a manejarlos». Esta travesía ha sido una revelación continua, un proceso de autodescubrimiento. “El negocio me ha enseñado muchas cosas, a descubrirme, lo que uno puede hacer, lo resilientes que somos las mujeres”. Manteniendo un trabajo a tiempo completo, criando a dos niñas y, en ese entonces, aún casada, cada día presenta sus propios desafíos.
En su experiencia, ha aprendido que no existe un desafío único, en el momento en que crees que has enfrentado el más grave, surge otro que parece aún más imponente. Sin embargo, a medida que éstos se presentan, su perspectiva sobre ellos evoluciona. Este negocio le ha enseñado a Grace a sortear los obstáculos y a ver cada desafío como una oportunidad de crecimiento y mejora.
La humildad ha sido una compañera constante en este viaje. Reconocer los errores y aprender de ellos es esencial. “Cuando hemos cometido un error, lo más sano y más correcto, lo que te deja dormir tranquila es decirle al cliente, o proveedor: ‘sí me equivoqué, no vuelve a pasar, vamos a mejorar’». Este enfoque honesto y transparente fortalece las relaciones comerciales y refleja uno de los valores fundamentales: la capacidad de transformar los desafíos en oportunidades de aprendizaje y crecimiento. “Los desafíos ya no los veo como el fin del mundo; ahora, cuando surgen complicaciones, los afronto con la certeza de que representan una vía para la mejora continua”, dice.
El equilibrio mental es clave
Cuando se aborda el tema de la mujer en el ámbito empresarial, con frecuencia se destaca la búsqueda de equilibrio entre sus distintos roles: profesional, madre, esposa y empresaria. Grace desmitifica la idea romántica del «equilibrio perfecto». “Personalmente creo que mantener el equilibrio es una romantización, que no existe, porque cuando estoy teniendo éxito en mi negocio, estoy perdiendo algo de mis hijas y cuando estoy pasando tiempo con mis hijas estoy sacrificando no estar al frente de mi negocio. Creo que el equilibrio es mental, aceptar que no lo podes tener todo al mismo tiempo, eso también es un mito porque no hay cómo partirse”, indica.
“Ayuda tener un equilibrio mental, planificar, saber cuándo es tiempo de qué cosa, poner límites en ambos lados o todos los aspectos de la vida que uno se tenga que partir, en mi caso es ser profesional, ser mamá, estar en mi trabajo, dedicarme al negocio. Yo creo que lo más importante, y muy difícil para las mujeres, es ponerse primero, priorizarse, porque somos la cabeza y si el líder no funciona el resto tampoco”, agrega.
El día a día, la mejor escuela
Para aquellas mujeres que desean emprender, Grace ofrece un consejo valioso: «No existe el momento perfecto”. Crear un producto básico, algo simple que pueda hacer y empezar en chiquito. “La mejor escuela es la del día a día y mientras uno no empieza no tiene esa escuela del contacto con tus clientes y proveedores, sacar costos, poner tu precio, buscar clientes, manejarte en las redes. Eso es la escuela real que te ayuda a desarrollar el proyecto de tus sueños”, recomienda.
«Ser parte de Creciendo Juntas ha sido una bendición»
También destaca la importancia de una red de apoyo y solidaridad entre mujeres emprendedoras. Grace es parte de «Creciendo Juntas», una comunidad digital de empresarias y emprendedoras nicaragüenses que agrupa a más de 200 mujeres. Para ella, formar parte de Creciendo Juntas ha sido una bendición, ya que entre mujeres se proporcionan apoyo, consejos, contactos y un espacio para el desarrollo colectivo. “Gracias a Creciendo juntas y de los contactos que uno hace ahí va conociendo otros programas de emprendimiento y desarrollo y muchísimos son gratuitos, donde te ayudan a conocer nuevas herramientas de administración, de marketing, que también son necesarias para ir haciendo mejor las cosas y que te ayudan en la rentabilidad”, expresó.
Mariscos Morris estará participando activamente en la próxima Feria Creciendo Juntas en Navidad, programada para el 23 de diciembre en el Hotel Holiday Inn, desde las 9:00 am hasta las 5:00 pm, con la participación de muchas emprendedoras.
En este evento, Mariscos Morris estará presente en colaboración con otra emprendedora dedicada a la creación de productos a base de coco y opciones de comida saludable. Los visitantes tendrán la oportunidad de deleitarse con filetes de pescado horneados con verduras frescas y exquisitos ceviches, todo elaborado con los productos de calidad de Mariscos Morris.
El equipo de Mariscos Morris estará en la feria para proporcionar información detallada a los interesados, compartiendo detalles sobre los productos, prácticas de preparación y respondiendo cualquier pregunta que los asistentes puedan tener.