Con el objetivo de mejorar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático de los países de la región, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Fondo Verde para el Clima (FVC), suscribieron el Acuerdo de Actividad Financiada mediante el cual se establecen los términos para el financiamiento del Programa “Adaptación Basada en Ecosistemas para Aumentar la Resiliencia al Cambio Climático en el Corredor Seco Centroamericano y las Zonas Áridas de la República Dominicana” por un monto de US$174.3 millones.
El Programa contará también con financiamiento reembolsable por parte del BCIE por un monto de US$42.8 millones, y con contribuciones de los países participantes por un monto de US$51.3 millones, contando en su totalidad con un monto de US$268.4 millones.
“A través de este programa, las comunidades ubicadas en esta región, los pequeños agricultores y los agricultores comerciales, así como los empresarios rurales, tendrán un mayor acceso a los recursos financieros y las habilidades técnicas necesarias para implementar intervenciones de adaptación de alto impacto. El corredor seco es una región altamente afectada por los eventos climáticos que tenemos cada año, sobre todo las sequías prolongadas, que ponen en riesgo la seguridad alimentaria en estas poblaciones de nuestros países”, resaltó el presidente ejecutivo del BCIE, Dr. Dante Mossi.
Del monto total del Programa, US$135.6 millones son en calidad de fondos no reembolsables para implementar medidas de Adaptación basada en Ecosistemas (AbE) y asistencia técnica; US$102.8 millones serán recursos para el otorgamiento de créditos a través de Instituciones Financieras Intermediarias en la región; y US$30.0 millones serán para establecer un fondo de garantías parciales de crédito que facilitarán e incentivarán la colocación de los créditos para AbE en la región.
El Programa es una iniciativa regional con la que se espera beneficiar un área de aproximadamente 20,530 km², reduciendo la deforestación en las zonas priorizadas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana. Asimismo, iniciará un cambio de paradigma en el enfoque regional de la gestión de la captación y demanda de agua en el Corredor Seco y las Zonas Áridas, y acelerará la adopción de la AbE y otras medidas que aumentarán la resiliencia a los fenómenos climáticos extremos, como la sequía severa y las precipitaciones extremas.
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