En 2024, la economía de Costa Rica ha mostrado un crecimiento moderado y sostenido, apoyado en su diversificación y en políticas monetarias enfocadas en controlar la inflación y facilitar el acceso al crédito. En el segundo trimestre, el PIB costarricense creció un 4.1% interanual, destacándose los sectores de servicios financieros, manufactura avanzada y alojamiento y servicios de comida. Esta estructura económica variada ha sido crucial para mantener la estabilidad y amortiguar los efectos de factores externos adversos.
El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) reflejó un dinamismo económico significativo, con un crecimiento interanual de 3.6% hasta abril y 4.2% en julio, impulsado en gran medida por el sector manufacturero en zonas francas y los servicios tecnológicos, especialmente en exportaciones de productos médicos y servicios informáticos. Este crecimiento demuestra que la economía costarricense sigue capitalizando su capacidad exportadora en sectores de alto valor.
Las remesas, aunque constantes, representan solo un 0.9% del PIB, reflejando una menor dependencia de estos ingresos en comparación con otras economías centroamericanas, permitiendo a Costa Rica enfocarse más en sectores productivos internos. A nivel de política monetaria, en septiembre el Banco Central redujo la Tasa de Política Monetaria (TPM) a 4.25% con el fin de aliviar las presiones inflacionarias y mejorar el acceso a crédito, lo cual apoya el financiamiento de la actividad económica del sector privado.
La Inversión Extranjera Directa (IED) alcanzó niveles históricos en el primer semestre de 2024, con un aumento del 42% respecto al año anterior, totalizando $1,188.9 millones en el primer trimestre. La manufactura avanzada, la tecnología y el turismo encabezaron estos flujos de inversión, y se observa un interés creciente en regiones fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM), lo que reafirma el atractivo de Costa Rica como destino para el capital extranjero en industrias de alto valor agregado.
En conjunto, Costa Rica mantiene un entorno económico estable y atractivo, caracterizado por un crecimiento sostenido en sectores clave, una IED en alza y políticas monetarias estratégicas que respaldan el desarrollo económico. A pesar de los desafíos globales, el país sigue consolidándose como un destino favorable para la inversión en América Latina, gracias a su resiliencia y enfoque en sectores de tecnología y servicios especializados.
Fuentes:
- Banco Central de Costa Rica (BCCR)
- Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica (COMEX)
- Datos del Banco Mundial y del informe IV Trimestral del BCR