El año 2020 inició con la esperanza de una cierta recuperación económica de parte de las autoridades, quienes pronosticaban un crecimiento del 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). La situación de la pandemia de COVID-19 a nivel mundial cambió
las expectativas internacionales y, con ellas, impactó al país en diferentes dimensiones.
Sin embargo, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) prevé un panorama favorable para el año en curso.
El Banco Central de Nicaragua detalló que las actividades económicas que tuvieron mayor contracción económica en 2020 fueron los sectores: hoteles y restaurantes, con 32.5 por ciento, la intermediación financiera, con 15.9 por ciento, energía y agua, con 15.6 por ciento y transporte y comunicaciones, con 7.6 por ciento.
El comercio, la construcción y la agricultura registraron un crecimiento económico. Las remesas familiares mostraron un aumento de 10% con respecto de 2019, lo que benefició para compensar el déficit comercial.
Por su parte, en el World Economic Outlook (abril 2021), el Fondo Monetario Internacional estima un crecimiento de tan solo 0.2% para 2021; no obstante, en su informe de país publicado en diciembre de 2020, la Cepal es mucho más optimista, pues estima que Nicaragua alcanzará un crecimiento por el orden del 1.3% en el mismo año.
En ese contexto, 2021 se presenta como un año de mucha incertidumbre para todos los
sectores del país, debido tanto a las posibilidades concretas de recuperación económica, como a los efectos que la pandemia de COVID-19 pueda seguir causando (entre ellos, la forma como la autoridades abordarán efectivamente el tema de la vacunación) y el hecho de que 2021 es un año electoral.
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