Vivir, soñar, disfrutar era lo que mi esposo y yo soñábamos. En 2019, cumplíamos 20 años de casados y queríamos disfrutar de este aniversario, aunque no sabíamos cómo ni dónde.
Vivimos en el segundo piso de un apartamento, localizado en una zona céntrica, ya se imaginarán, mucho bullicio, ajetreo en las mañanas, largas filas de vehículos, estudiantes a sus centros de estudios, en fin, un sinnúmero de actividades que nos aumentaban el estrés.
Ambos estábamos en tantas cosas que aún no habíamos planeado que haríamos en esta fecha tan especial. Decidimos hablarlo con nuestra familia el domingo, donde las reuniones para compartir no podían faltar. Ellos nos dieron muchas recomendaciones, desde viajar a Europa, ir a Colombia o disfrutar de El Kilimanjaro, Tanzania en África, pues deseaba disfrutar de su pico cubierto de nieve y las manadas de elefantes caminando en sus faldas, pero, la decisión no era solo mía.
Nosotros somos norteamericanos, no tenemos hijos, vivimos en México, y quizá podrían llegar a pensar que por qué no disfrutar de las vacaciones en nuestro país, es muy fácil, hemos recorrido todo México en estos 20 años.
Una tarde, en el patio de la casa de mi mamá, bajo la sombra de un árbol de naranjas, me dispuse a ver publicidades en distintas plataformas digitales, en un abrir y cerrar de ojos, divisé una imagen donde se mostraba una playa de arena blanca, aguas de color turquesa, abundancia de palmeras, arrecifes y variedad de fauna, en ese momento pregunté el nombre del lugar, tiene por nombre: Islas del Maíz, conocido como Corn Island y Little Corn Island.
Mi esposo, consultó a uno de sus amigos y de enseguida obtuvo opiniones espectaculares del sitio turístico, así que iniciamos a organizar el viaje. Y reservamos 7 días antes de viajar.
9 de marzo 2019
5 maletas en total, con mucha emoción y felices de visitar un sitio que contenía mucha historia, nos fuimos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, eran las 9 de la mañana e íbamos contra reloj, pues había embotellamiento de vehículos en las calles principales. Llegamos justo a tiempo, el vuelo duró hora y media.
Siguiente parada, Aeropuerto Internacional Augusto César Sandino. ¡Ya estábamos en Nicaragua! Nos dijeron que para viajar a Corn Island se podía por vía terrestre o vía área, pero, mi esposo y yo decidimos la segunda opción.
El viaje en avión es una de las opciones que existen para llegar y conocer Corn Island, el viaje dura aproximadamente 1 hora con 30 minutos hacia la Isla mayor y media hora más para llegar a la Isla pequeña.
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Nuestra reservación ya estaba lista, el hotel nos esperaba y un par de hermosas islas también.
Corn Island es un municipio de la Región Autónoma del Caribe Sur de Nicaragua (RACS), conformado por un archipiélago de dos islas pequeñas, ubicadas a unos 70 kilómetros de la costa de Bluefields.
Como buena parte del Caribe nicaragüense las islas comparten muchas raíces aborígenes y africanas. Una cultura rica en sones, costumbres, bailes y sabores heredados de una larga tradición de pueblos pescadores, garífunas, misquítos e inmigrantes africanos.
Y no solo eso, ni se imaginan las distintas actividades que realizamos en Corn Island, aquí se las menciono:
- Buceo y esnórquel
- Spas Yoga y pilates
- Surf de remo
- Excursiones de pesca / pesca deportiva
- Visitar islas
- Surf, windsurf y kitesurf
- Tours en barco
- Visitar Little Corn Island
- Recorrer la isla en carritos de minigolf
- Viajes a caballo
Por otra parte, como es posible suponer la comida típica de las islas está muy relacionada con el mar. No faltan los platos hechos a base de pescado, langosta, camarones y cangrejos que lleva por nombre Rodón o Rundown.
Y como es de esperarse, con tanta belleza alrededor, la oferta turística no puede faltar. En los últimos años la oferta hotelera de las Islas del Maíz Nicaragua ha incrementado. Los servicios cada vez están más especializados, con sus propios restaurantes y cálido trato humano.
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No se imaginan, fueron los 7 días más hermosos de nuestra vida y el mejor vigésimo aniversario.
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