Este mes el Gobierno de Nicaragua quiere realizar un cambio en la reforma fiscal, con el fin de recaudar dinero proveniente de las Pymes y MiPymes, para saldar cuentas de diferentes deudas que atraviesa el país.
Wálmaro Gutiérrez, presidente de la Comisión de Producción, Economía y Presupuesto, expresó a medios oficialistas que están listos para aprobar la reforma fiscal, donde afirmó que “ garantizan el empleo y la captación de recursos para nuevas obras”, sin embargo el sector privado no opina de la misma manera.
El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), consideran que con la aprobación de esta reforma la economía del país decaerá aún más, debido a que los empresarios y micro empresarios deberán pagar más intereses.
Si la reforma se aprueba, la avalancha de desempleo será aún mayor, las empresas al pagar más intereses se verán obligadas a recortar personal al no contar con suficientes ingresos, pero los miembros gubernamentales al parecer no han logrado identificar las afectaciones a la canasta básica, solamente el posible logro de saciar las necesidades económicas del país a consecuencia de la crisis, que desde hace 10 meses ha causado estragos en diferentes áreas.
Las Pymes deberán generar el doble de ventas al mercado, para que las ganancias no se vean afectadas y cumplir con el requerimiento que están imponiendo los entes gubernamentales.
La calidad de vida de los nicaragüenses se verá influida negativamente al atravesar esta reforma si fuese aprobada.