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En un país donde la naturaleza es abundante, pero muchas veces inexplorada, un grupo de senderistas ha decidido abrir caminos —literal y simbólicamente— hacia una vida más consciente, activa y conectada con lo esencial. Se llaman Correcaminos, y detrás de este movimiento están Dareysa Rothschuh y Tito Castillo, dos apasionados de la montaña que encontraron en el senderismo no solo una forma de ejercitarse, sino una vía para construir comunidad, promover el bienestar integral y redescubrir Nicaragua paso a paso.
Lo que comenzó como una aventura entre amigos, hoy se ha convertido en una red de caminantes que recorren volcanes, bosques y comunidades rurales, impulsando el turismo responsable, la salud física y mental, y el amor por lo nuestro.
En esta entrevista exclusiva, Dareysa y Tito nos comparten los orígenes del grupo, sus motivaciones y la manera en que han logrado consolidar Correcaminos como un referente de senderismo consciente y solidario.
Caminar con sentido, así nació Correcaminos
“Empezamos saliendo en familia, caminando los domingos por Las Colinas, Santo Domingo, Ticuantepe… y más allá”, cuenta Dareysa. Poco a poco, las caminatas se convirtieron en momentos de bienestar, conexión con la naturaleza y compartir auténtico, Tito, el único hombre del grupo en sus inicios, también fue clave para sostener la energía del equipo.
Publicaban fotos en redes y, sin pensarlo, más personas comenzaron a sumarse, la red creció de seis a más de cien personas, dando origen al grupo Correcaminos, nombre elegido entre otras opciones como “Mujeres poderosas” o “Las Gazelas”.
Desde entonces, las salidas ya no son improvisadas, se planifican cada quince días, con rutas diversas, actividades complementarias y siempre con un toque especial: yoga frente al mar, desayunos compartidos, charlas de emprendimiento o sesiones de fotos que capturan no solo paisajes, sino también emociones.
Dareysa y Tito, líderes con vocación y humanidad
Ambos líderes han asumido un rol más allá de lo organizativo.
Dareysa lo expresa con sinceridad:
Esto lo hacemos sin ningún compromiso formal, pero sí con una gran responsabilidad humana.
Desde advertir sobre el nivel de dificultad de cada ruta hasta explorar la posibilidad de seguros colectivos y consentimientos informados, Correcaminos se ha consolidado como un grupo comprometido con la seguridad, la inclusión y el respeto por la naturaleza. Tito, por su parte, ha sido un pilar para equilibrar las rutas más desafiantes, motivar a nuevos miembros y apoyar en la logística de cada experiencia.
Senderismo como estilo de vida
Para Dareysa y Tito, caminar no es solo una actividad física; es una forma de meditar, liberar tensiones y reconectar con lo esencial.
Su lema lo dice todo:
Respira, Camina. Disfruta.
La energía del grupo se contagia, personas de todas las edades —de 7 a 74 años— se suman a las salidas, no hay competencia, solo comunidad.
Alguien me dijo una vez:
Este grupo era lo que estaba buscando
Eso es lo que nos motiva, confiesa Dareysa.
Como médica, también promueve hábitos saludables que van más allá del senderismo: caminar con frecuencia, hacer ejercicio regular y mantener una alimentación balanceada.
Nunca es tarde para empezar, aunque lo ideal es formar el hábito desde edades tempranas y así prevenir muchos problemas de salud, especialmente los cardiovasculares, afirmó.
Un grupo que transforma realidades
Las caminatas han sido una puerta para mejorar hábitos, generar vínculos, crear redes de apoyo y promover emprendimientos rurales. Han recorrido diversos destinos en el norte, centro y sur del país. En cada lugar colaboran con guías locales, productores y finqueros, pagando entradas, servicios y contribuyendo al desarrollo de las comunidades.
Uno de los momentos más memorables fue el Tour de los Hongos en La Garnacha, donde una familia entera atendió con calidez a los senderistas. También son inolvidables las caminatas seguidas de veladas con guitarra y baile, donde, aunque muchos no se conocían, compartieron desde la autenticidad.
Visión a futuro, la naturaleza como maestra de vida
Los fundadores de Correcaminos tienen claro que el crecimiento del grupo no debe medirse en cantidad, sino en profundidad, están convencidos de que la naturaleza no solo se camina: se honra, se respeta y se aprende de ella.
No buscamos que esto se vuelva masivo, advierte Dareysa con firmeza.
Estamos evaluando limitar el número de participantes por salida para cuidar tanto el entorno natural como la seguridad del grupo, cada vez que pisamos un sendero, dejamos huella, y eso conlleva una responsabilidad ambiental, queremos hacerlo bien.
Esa visión responsable se complementa con la inclusión.
Pensamos en caminatas para jóvenes que necesitan desconectarse y también en recorridos más tranquilos para adultos mayores, el objetivo es que todos encuentren en el senderismo un espacio de bienestar, explica Tito.
Pero Correcaminos va más allá de lo físico.
Queremos que cada caminata sea una experiencia transformadora, que alguien se anime a dar ese primer paso, y eso lo lleve a cambiar su estilo de vida. Hemos visto gente reencontrarse consigo misma, superar momentos difíciles o simplemente volver a sonreír, eso es lo que queremos seguir fomentando, añade Dareysa.
La apuesta de ambos es clara:
Si logramos motivar a adolescentes a encontrar en el bosque una salida a sus conflictos en lugar de encerrarse, eso ya es ganancia, afirma Tito.
Y como concluye Dareysa:
La naturaleza enseña, te calma, te sacude, te pone en perspectiva y lo mejor es que está ahí, disponible todo el año, solo hay que animarse a salir, respirar… y caminar.
Una invitación abierta
No importa tu edad, tu experiencia o tu condición física, en Correcaminos, solo necesitas dar el primer paso… y llevar tu mejor sonrisa dominguera.
Por Alina Cordonero | Revista Tiempos de Negocios

1 Comentario
La experiencia es completamente transformadora cuando te conectas con el entorno y dejas atrás las cargas y tensiones del día a día. Un paso a la vez. Cada salida tiene un mensaje, un propósito especial y cada quien la define y la nutre. Gracias Dareysa, gracias Tito por abrir este hermoso espacio para todas las que buscamos estilos de vida saludable. A mis pacientes les recomiendo esta práctica de vida que les permitirá conectarse con su propia esencia del ser.