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(EFE) El Banco de Desarrollo de América Latina-CAF apuesta por una economía verde y digital, junto con un fortalecimiento de la acción multilateral, para conseguir una reactivación económica en la región, tras el azote que ha supuesto la pandemia.

«La recuperación tiene que ser necesariamente para el caso de América Latina verde, digital y enfocada en la gente”, afirma el presidente ejecutivo de CAF, el colombiano Sergio Díaz-Granados en una entrevista con Efe.

El nuevo máximo responsable de CAF, en el cargo desde el pasado 2 de septiembre, insiste en que «la pandemia deja a la región más pobre, más endeudada y con más muertos respecto a la situación global, y eso es una realidad de la cual hay que partir en estos momentos”.

Díaz-Granados recuerda que con apenas el 8 % de la población mundial, Latinoamérica registra más del 30 % de los muertos totales.

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), América Latina y el Caribe ha registrado 1,4 millones de muertes, del total de 4,6 de todo el mundo, con una población de más de 600 millones de habitantes, frente a los 7.900 de todo el planeta.

Por tanto, insiste: “La respuesta que hay que darle a este desafió que nos ha dejado el covid, es una respuesta multilateral, es una respuesta que requiere una combinación de factores de coordinación y de movilización que permita preparar a nuestros gobiernos para remontar lo que ha supuesto hasta ahora la pandemia.”

UNA SOLUCIÓN VERDE Y DIGITAL

Un cambio en la matriz energética para reducir la huella de carbono o impulsar la reforestación para combatir el cambio climático, son algunas de las propuestas del CAF para afrontar el futuro inmediato.

Para ello, su presidente quiere convertir a esta entidad «en un banco activo en el financiamiento verde», por lo que se proponen pasar del 26 % del financiamiento dedicado a este tipo de actividad que tuvo en 2020 al 40 % en 2026, con proyectos que pueden ir desde la acción climática a la biodiversidad.

«Si el mundo quiere avanzar a una neutralidad de carbono, tienen que tener en cuenta necesariamente a América Latina”, explica, y pone como ejemplo la reforestación.

Y ante la brecha digital que dejó a la vista la pandemia, con enormes zonas rurales donde la falta de cobertura privó a miles de niños y jóvenes de educación durante los meses de confinamiento, CAF apuesta por la digitalización para la reactivación económica.

«La base de la reactivación tiene que tener lo digital, para rápidamente recuperar el tiempo perdido y tiene que tener a los jóvenes y a las mujeres también en el centro de la acción (…), los dos mercados laborales más difíciles de romper la inercia del desempleo” afirma Díaz-Granados.

Y para ello, insiste en trabajar mucho más en la “preparación de infraestructuras en los territorios”.

El crecimiento de Panamá fue de 3.6% para los primeros nueve meses del 2018, en comparación con el 5.6% para el mismo período de 2017, lo que significa que la actividad económica del país ha sido menor de lo que se esperaba.

Así lo dio a conocer Alejandro Santos, jefe de división del departamento del hemisferio occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien señaló que la huelga de abril-mayo en el sector de la construcción fue el que más influyó en el resultado.

RD con más de 2 millones de cruceristas en 2020

Sin embargo, de acuerdo al funcionario “la prolongada debilidad cíclica nos condujo a revisar a la baja nuestra cifra estimada de crecimiento para 2018 a 3.9%, contra el 4.3% estimado en nuestro informe más reciente y a 6.0% para 2019, contra 6.3%”.

Las autoridades calculan que el déficit fiscal general del sector público no financiero ascendió a 2% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2018, contra una cifra revisada del déficit de 1.9% para 2017, lo cual cumple con las disposiciones de la ley de responsabilidad fiscal modificada.

 Canasta básica totaliza 13,500.85 córdobas

Sigue habiendo avances en las cuestiones de integridad financiera, y como muestra de ello están la reciente aprobación de las leyes para criminalizar la evasión tributaria y la introducción de un código de procedimiento tributario, entre otras modificaciones legislativas, señaló.

 

La crisis sociopolítica y económica que vive Nicaragua, ha generado desaceleración en las exportaciones de Costa Rica al resto de Centroamérica. Ambos países, a partir de enero y noviembre de 2018 han mostrado números negativos en sus relaciones comerciales, según el Banco Central de Costa Rica (BCCR).

Las exportaciones de Nicaragua hacia Costa Rica sumaron 131.65 millones de dólares, esto simboliza un 4.1% menos que lo producido en el mismo período de 2017, cuando lograron los 137.32 mdd.

¿En qué influye esta desaceleración?

Costa Rica se ha situado como el tercer país más importante para Nicaragua en términos de comercio bilateral, ya que solo en 2018, este país representó el 5.03% del total de ventas al exterior solo superada por Estados Unidos y El Salvador, quienes adquirieron un 39.81% y 10.48%.

El mayor descenso de exportaciones costarricenses se dio con Nicaragua. La disminución se totalizó en un 10.7%, lo contrario al 2017 cuando se culminó con un aumento del 4.2%, según el BCCR.

De acuerdo con información del medio Forbes, las ventas de Costa Rica a Nicaragua  totalizaron 444.36 mdd hasta noviembre del 2018, a diferencia de los 497.69 mdd totales del 2017.

Las exportaciones de Costa Rica a Centroamérica  también se redujeron en 2018, llegando a lo 1.7%. El BCCR agrega que las empresas más afectadas son las adscritas al régimen definitivo, empresas que exportan mercancías nacionales o nacionalizadas, que antes fueron importadas, para ser utilizadas o consumidas definitivamente en otro país.

“La situación política que enfrenta Nicaragua continúa impactando negativamente las ventas hacia el mercado de Centroamérica y Panamá. En efecto, en lo que transcurre de 2018 (enero  a octubre) el aumento medio interanual fue 2%  (3.9% en 2017) con un comportamiento diferenciado entre el primer cuatrimestre y el período mayo a octubre (11% y -3.3%, respectivamente)”, precisa un informe de la misma institución en diciembre de 2018.

Fuente: Forbes

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre mostró un aumento mensual de 0.63 por ciento (1.12% en diciembre 2017).

El comportamiento es explicado principalmente por el comportamiento de los precios en algunos bienes y servicios de las divisiones de Alimentos y bebidas no alcohólicas (1.12%); Recreación y cultura (9.85%) y Salud (0.56%); las cuales contribuyeron en conjunto con 0.789 puntos porcentuales a la variación observada. En
cambio, la división de Transporte mostró disminución de 2.89 por ciento, para una contribución negativa de 0.225 puntos porcentuales.

En términos acumulados, la inflación nacional en 2018 alcanzó 3.89 por ciento, siendo menor en 1.79 puntos porcentuales a la registrada en 2017 (5.68%).

En el período, la inflación estuvo inducida por el comportamiento de los precios de bienes y servicios en las divisiones de Alimentos y bebidas no alcohólicas;
Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles; y Educación, con un aporte conjunto de  1.856 puntos porcentuales.

En términos interanuales, la inflación subyacente fue de 4.00 por ciento, menor a la
observada en diciembre de 2017 (4.10%).

A nivel nacional, de todos los productos que se incluyen en el IPC, las mayores contribuciones positivas se registraron en el billete de lotería, tomate y queso. Por el
contrario, las contribuciones negativas a la inflación se generaron en la gasolina, diésel y gas butano.

Fuente: BCN

La actividad económica correspondientes al tercer trimestre de 2018, según se infiere del informe trimestral del Producto Interno Bruto (PIB) , la economía nicaragüense registró una disminución de 4.8 por ciento interanual y una reducción de 0.5 por ciento en promedio anual.

En el enfoque del gasto, la variación interanual del PIBT estuvo determinado por impulsos de la demanda externa neta y contrarrestado por la demanda interna.

En el tercer trimestre, en la demanda externa neta se observó disminución en las exportaciones (-2.9%) y en las importaciones (-26.1%). Por su parte, en la absorción se registró reducción en el consumo (-6.3%) y en la formación bruta de capital (-28.7%).

Por el enfoque de la producción, la evolución interanual del PIBT estuvo asociado a aumentos en el valor agregado de agricultura (11.0%), explotación de minas y canteras (10.6%), pesca y acuicultura (9.7%), electricidad (6.8%), industria manufacturera (5.5%), agua (5.1%), salud (3.2%), y enseñanza (2.4%), principalmente; y contrarrestado por las disminuciones en hoteles y restaurantes (-36.9%), comercio (-18.2%), construcción (-10.3%), intermediación financiera (-8.2%), y transporte y comunicación (-7.0%), entre otros.

Cabe destacar que, la evolución subyacente interanual se ubicó en -5.5 por ciento, mientras que la variación promedio anual de la serie de tendencia ciclo alcanzó -0.6 por ciento. Asimismo, la serie desestacionalizada mostró una disminución de 1.1 por ciento con relación al segundo trimestre del año 2018.

Adicionalmente, el informe señala que, a precios corrientes, el PIB trimestral reflejó un crecimiento interanual de 1.1 por ciento y 4.8 por ciento en promedio anual en la serie original.