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La Session #53 de la colombiana Shakira junto al famoso DJ y productor Bizarrap se convirtió en todo un fenómeno mundial en menos de 24 horas de haberse publicado. Los más que directos mensajes para su ex esposo Gerard Piqué y su nueva pareja, Clara Chía causaron furor entre los millones de seguidores. Pero más allá de las directas a su ex, está el uso de marcas en la canción: Ferrari, Twingo (Renault), Rolex y Casio en donde se hace una comparación entre una y otra.

Así como la polémica no se ha hecho esperar entre quienes apoyan a la cantante colombiana y quienes no están muy de acuerdo con esta forma de reaccionar a las infidelidades y separación con su ex esposo, aunque tal parece que claramente el team de Shakira tiene más adeptos, tampoco se ha hecho esperar la reacción de mercadotecnia de las marcas, no sólo de las cuatro que son explicitamente mencionadas en la Session #53, sino también de otras marcas que han aprovechado el fenómeno y han formado sus anuncios con juegos de palabras que se usan en la canción.

Junto a la canción, el fenómeno actual en redes sociales, las cuatro marcas se convirtieron inmediatamente en el tema del momento y aprovecharon la viralidad para situarse en la mira de una manera positiva.

Las marcas aprovechan la tendencia a su favor

 La marca Casio es una de las que ha reaccionado haciendo mercadeo a su favor. Casio Colombia publicó “Nos encanta que esto nos sal-pique”, Casio México publicó “Clara-mente nadie cambia un Casio”, “Shakira, quizá no seamos un Rolex, pero claramente nuestros clientes sí nos son fieles” es otro mensaje que se ha viralizado.

Asimismo, algunos medios han sacado a luz que la marca Casio cuenta con un reloj que cuesta hasta 10 veces más que un Rolex. Se trata del modelo G-Shock G-D5000-9JR de oro sólido de 18 kilates que fue lanzado por la marca japonesa. Este modelo fue edición limitada a solo 35 unidades y alcanzó un precio de 7.7 millones de yenes, lo que equivale, aproximadamente, un poco más de 65 mil dólares. Aunque Rolex tiene modelos igual o más caros.

Las cuatro marcas mencionadas no son las únicas que han hecho lo suyo a favor de posicionarse entre el público. Un fenómeno muy interesante es que otras marcas han entrado en la tendencia y usando el juego de palabras hacen publicidad a su favor. American Donuts Nicaragua publicó “No vendemos Rolex, ni Casio… pero CLARA-mente somos los mejores diseñando tu pastel de reloj”, otra publicación es la de una tienda que promueve un desengrasante diciendo “Para cuando la grasa te sal-pique, Clara-mente Brilla King es la solución”.

La comparación de marcas que hizo Shakira en su canción, sin duda, dio pie a todo un fenómeno de mercadotecnia, aprovechando la viralidad del caso y lo han hecho de una manera positiva en busca de un posicionamiento. Claramente, el marketing digital brinda todo un mundo de posibilidades.

El auge de internet y las redes sociales ha llevado consigo el aumento del nivel de confianza que muchas personas tienen en gente a la que admiran en la red. Por ello, hoy en día, a pocos nos sorprende el poderoso vínculo que existe entre los famosos e influencers y la decisión de compra de muchos consumidores.

¿Consideras realmente que tu producto o servicio debe ser presentado o anunciado por un famoso o influencer?

Las empresas deben valorar su producto o servicio, analizar su nicho de mercado, es decir el segmento donde desean llegar y  partir de ese análisis interno para tomar la decisión si realmente un influencer podría ser un buen representante de la marca o empresa o bien si no necesitan realmente esa estrategia. Muchos influencers tienen millones de seguidores, lo cual no significa que va agregar valor al producto o servicio y que te dará los mejores resultandos en ventas. Como especialistas en marketing y publicidad debemos ser bien cautelosos y analizar si el buyer persona de la empresa coincide con ese influencer seleccionado y revisar si cumple ciertos parámetros que beneficien a la compañía. AfirmóAlina Cordonero

Recordemos: Es la imagen de la empresa, la que está en mano del influencer

Al referirnos ¿famoso o celebridad?, la situación es bastante diferente en el sentido que se hizo famoso por los medios tradicionales o acciones que marcaron hitos en la historia versus el influencer que  logro serlo con las plataformas digitales. Hasta la fecha las celebridades o famosos son mayormente conocidos por sus actos o participaciones artísticas o de actuación, deporte u otras disciplinas. Grandes marcas contratan celebridades por cierto periodo que les garantiza exclusividad, pero estamos refiriendo a contratos millonarios lo cual difiere en la mayoría de los contratos de influencers, podríamos decir que son más alcanzable al presupuesto publicitario de una mediana o pequeña empresa.

No olvidemos que una celebridad también puede ser influencer 

De acuerdo al estudio de STATISTA se refleja el poder o incidencia que tienen los influencers en la toma de decisiones de compra, incluso en otros artículos hemos referido que deben pagar impuestos y  formalizarse como cualquier otro negocio.

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En 2022, el 19% de los consumidores españoles asegura haber comprado influido por la recomendación de un famoso o influencer, según datos de la macroencuesta Statista Global Consumer Survey. Este porcentaje asciende hasta el 44% en Brasil, el país de América Latina con la mayor cantidad de influencers de Instagram, según datos de 2020. En cambio, hace tres años, estos porcentajes eran menores en ambos países —el 15% en España y el 36% en Brasil—.

Entre los países incluidos en este gráfico de Statista, sólo México ha experimentado un descenso, aunque mínimo, este año con respecto a 2019 en el porcentaje de personas que adquirieron productos porque los anunciaba algún famoso o su bloguero, tuitero o instagramer favorito. Así, mientras que hace tres años el 31% de los consumidores entrevistados en el país azteca aseguraron haber comprado un artículo como resultado directo de haberlo visto anunciado por un influencer o famoso, en 2022 este porcentaje se ha reducido al 30%. En el resto de los países los porcentajes han aumentado, aunque en Argentina de manera muy leve, pasando del 13% en 2019 al 15% este año.