El color rosa invade las redes sociales, se organizan caminatas, se promueve la prevención y el auto cuido en todo el mundo. Es octubre, el mes de la Lucha Contra el Cáncer de mama, popularizado como el mes rosa, debido al lazo rosa que simboliza esta causa. No es para menos, según la Organización Panamericana de la Salud, “el cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente y la causa más común de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial”.
Asimismo, las Américas representaron casi una cuarta parte de los nuevos casos de cáncer de mama en 2020 y en América Latina y el Caribe, la proporción de mujeres afectadas por la enfermedad antes de los 50 años (32%) es mucho mayor que en América del Norte (19%), reflejan los datos de la OPS.
Ante este contexto, cada 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de mama, para sensibilizar a las mujeres sobre la importancia de realizarse un examen de mamas regularmente para detectar cualquier anomalía de forma oportuna. Las campañas se extienden durante todo el mes y uno de sus principales objetivos es la prevención de la enfermedad, a través de las pruebas de detección temprana.
Una de las mejores pruebas para detectar tempranamente el cáncer de mama o cualquier anomalía es la mamografía, una prueba de gran importancia médica para buscar signos de cáncer de mama en sus etapas iniciales y que permite actuar a tiempo y salvar vidas. “Una mamografía de diagnóstico se utiliza para investigar cambios sospechosos en las mamas, como un nuevo bulto en ellas, dolor, aspecto inusual de la piel, engrosamiento o secreción del pezón”, explica la doctora Sara María Silva Armas, Msc. en Salud Sexual y Reproductiva y médico de MEDLAB.
La especialista indicó que se trata de un procedimiento rápido, que toma aproximadamente 20 minutos y la incomodidad para la mayoría de las mujeres es mínima. “El procedimiento es seguro solo existe una diminuta cantidad de exposición a la radiación”, afirma la doctora Silva.
Ahora es a partir de los 35 años
Hasta hace algunos años, la mamografía se recomendaba en mujeres a partir de los 40 años, sin embargo, esto ha cambiado. “Como orientación general, podríamos decir que todas las mujeres deben comenzar su evaluación mamográfica a partir de los 35 años, coincidiendo con su revisión ginecológica, con una periodicidad anual”, aconseja la doctora Silva.
Explicó que la Asociación de Ginecología adelantó esta prueba indicándola para mujeres de 35 años, debido a que en los últimos años los casos de cáncer de mama en mujeres menores de 40 años han aumentado un 20%. “Asimismo, realizar la primera mamografía a los 35 años sirve para determinar la morfología y tipo de mama y así poder estudiar la posible predisposición a sufrir la enfermedad”, manifestó.
Mamografía más ultrasonido ¿Por qué?
Algunas veces, los médicos determinan que además de la mamografía es necesario realizar un ultrasonido. Esto ocurre cuando la densidad de los pechos es elevada y quizá no se pueda observar claramente la presencia de anomalías en el seno mediante la mamografía. “Muchos estudios han demostrado que un examen médico complementario, como el ultrasonido, establece un panorama más certero y oportuno de distintas lesiones en los pechos. Además, ayuda a determinar si son benignas o malignas. Es por eso que el ultrasonido de mamas también es utilizado como estudio complementario”, detalló la especialista de MEDLAB, empresa reconocida por brindar servicios de salud con alta calidad y profesionalismo en Nicaragua.
Otras pruebas de detección temprana son el auto examen de seno, ultrasonido y resonancia magnética de seno, para los casos con metástasis, mientras que para diagnóstico se realiza aspiración con aguja fina, biopsia con aguja gruesa y biopsia de ganglios linfático centinela.
Explicó que el síntoma más común del cáncer de seno es una masa o bulto, que pueden ser de consistencia dura o blanda, con bordes irregulares, redondeada, móviles o no. Asimismo, algunos síntomas pueden ser hinchazón de todo el seno o parte de él, aunque no se sienta un bulto; formación de hoyuelos en la piel, a veces parecido a la cáscara de una naranja; dolor en el seno o en el pezón, contracción de los pezones, piel del pezón o seno roja, seca, descamada o gruesa; secreción del pezón que no sea leche materna y ganglios linfáticos hinchados. “Algunas veces el cáncer de seno se puede propagar a los ganglios linfáticos de las axilas o alrededor de la clavícula y causar un bulto o hinchazón ahí”, dijo.
7 Recomendaciones
La doctora Sara María Silva Armas, Msc. en Salud Sexual y Reproductiva, médico de MEDLAB, comparte algunas opciones de comportamiento y las intervenciones conexas que reducen el riesgo de padecer cáncer de mama
- • Lactancia materna prolongada
- • Ejercicio físico habitual
- • Control del peso
- • Evitar el consumo perjudicial de alcohol
- • Evitar la exposición al humo de tabaco
- • Evitar el uso prolongado de hormonas
- • Evitar la exposición excesiva a radiación
Contacto 2266 3643 / 2266 3946 | 8551 3533