Salud

El poder del contacto piel con piel, entre bebés y sus padres

El primer abrazo entre el recién nacido y sus padres es crucial para todos los bebés, especialmente para los prematuros, en quienes mejora grandemente la supervivencia y resultados de salud
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La cercanía, un abrazo, el contacto piel con piel de la madre o el padre con su bebé, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte, cuando se trata de recién nacidos prematuros, según publicó recientemente la Organización Mundial para la salud. «El primer abrazo con uno de los padres no solo es importante desde el punto de vista emocional, sino que también es absolutamente crítico para mejorar las posibilidades de supervivencia y los resultados de salud de los bebés pequeños y prematuros», afirma la Dra. Karen Edmond, responsable médica de la salud de los recién nacidos en la OMS.

El contacto que se produce al colocar al bebé desnudo sobre el pecho de su madre o su padre tiene varios beneficios para el recién nacido y especialmente si es prematuro, incluso, más eficaz que los cuidados en la incubadora, ya que su rápida aplicación reduce un 25% la mortalidad.  A este contacto y cercanía piel con piel entre el bebé y sus padres se le ha llamado también mamá canguro.

La afirmación fue dada a conocer en noviembre pasado, cuando la OMS presentó nuevas directrices para mejorar las posibilidades de supervivencia y los resultados de salud de los bebés nacidos prematuramente o pequeños, a propósito del Día Mundial del Prematuro. La recomendación es que ese primer contacto dure el mayor número de horas posible.

Ese primer contacto, tan importante, puede ser también entre el bebé y su padre.

Un bebé es prematuro cuando nace antes de 37 semanas de gestación y pequeños cuando pesa menos de 2,5 kilogramos al nacer.

Estas nuevas recomendaciones contrastan completamente con la forma en que se había venido haciendo el manejo de bebés prematuros, quienes eran separados de sus madres para ser puestos en las incubadoras. La OMS también recomienda la lactancia materna exclusiva, ya que se ha demostrado que reduce el riesgo de infección en comparación con las fórmulas para lactantes.

Estas pautas ponen de manifiesto que la mejora de los resultados de estos bebés pequeños no siempre pasa por encontrar soluciones basadas en la tecnología más avanzada, sino por garantizar el acceso a una atención sanitaria esencial centrada en las necesidades de las familias».

Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, actual director general de la OMS.

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