Marisel de Yau
Empresaria panameña, apasionada por el talento y el aprendizaje con propósito | Formada en mercadeo y desarrollo organizacional
Los hábitos, nuestro sistema de acciones los que nos permiten lograr las metas y objetivos que nos proponemos.
En el artículo anterior les compartí la importancia de identificar tus bucles de hábitos, el valor de programar nuestros cambios en pequeños procesos que sean alcanzables, el valor de las recompensas, y repetir con propósito para instalar nuestros hábitos.
Por supuesto, algo complejo como el cambiar o crear hábitos requiere descubrir otros secretos, por lo tanto, te los comparto aquí:
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- Prepárate para la caída, un revés temporal es posible y muy probable. Te puedes preparar para superarlo activando tu persistencia.
En la caída es cuando eres más susceptible a abandonar tus metas, por supuesto esto causa molestia, frustración, tristeza y hasta vergüenza. Si no somos capaces de gestionar estas emociones la tensión mental te alejará de formar el nuevo hábito.
En este caso el primer secreto es disminuir el volumen de tu habito, no la frecuencia de este. Es la primera táctica para sostener el bucle de habito que estamos intentando crear.
La clave es no darte por vencido, perseverar y saber que justo cuando estás en este momento es cuando estás a punto de convertir el cambio en hábito.
La premisa es que esas acciones y/o actitudes se vuelvan automáticas y así, formarás el hábito.
Conquista tu miedo al compromiso. Reflexiona sobre cómo tus hábitos actuales están comprometiendo tu futuro. Si te sientes incómodo es un motivo más para seguir estos secretos para empezar a cambiar; si te sientes cómodo con lo que estas logrando, enfócate en no renunciar y seguir adelante».
Preguntas claves que te pueden ayudar:
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- ¿Este hábito está mejorado mi vida?
- ¿Me arrepiento de haber creado este hábito?
- ¿Hay algo mejor que podría estar haciendo en este momento?
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- Recuerda que siempre existirán nuevos hábitos que conquistar. Cuando empiezas a superarte, te darás de cuenta que las personas somos como una cebolla, cada vez que quitamos una capa marchita y reseca, queda adentro una nueva capa para explorar y aprovechar.
La insatisfacción y la perfección son grades enemigos del bienestar, por eso la mejor estrategia es seguir repitiendo un hábito siempre y cuando agregue valor. Te puedes preguntar: ¿Este hábito agrega algún valor a mi vida? Si la respuesta es afirmativa, sigue adelante repitiendo el hábito.
Los hábitos son poderosos, casi como si tuvieran vida propia. Construir hábitos útiles y saludables es el truco de productividad más grande que he encontrado porque, aunque no tienen un mecanismo de configurarlo y olvidarlo, tienen un mecanismo de configurarlo y puedes intentarlo menos.
Algunos ejemplos de utilidad:
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- Cuando veo un boletín electrónico no deseado (señal), encuentro y hago clic en el enlace para cancelar la suscripción (rutina), para asegurarme de no recibir más correos electrónicos no deseados (recompensa).
- Antes de dormir (señal), leo un capítulo de La Biblia (rutina), para relajarme y poder despertarme confiada al día siguiente (recompensa).
- Si fumo (rutina) para relajarme (recompensa) cuando estoy estresada (señal), puedo cambiar el hábito cambiando cualquier parte del ciclo del hábito. En mi caso personal, cambie la rutina de fumar por la nueva rutina de tomar un vaso de agua.
Te invito a que lleves una libreta donde apuntes tus hábitos a cambiar o formar y las estrategias que utilizarás para alcanzar tu meta. Lleva un registro de los avances y retrocesos, esto te permitirá identificar cómo y cuándo necesitas estar alerta para perseverar en tu propósito de cambio.
Si te perdiste la parte 1, puedes buscarla AQUÍ
Marisel de Yau, ACC
Empresaria, Facilitadora y Coach Ejecutiva
