La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado este miércoles una Emergencia Sanitaria de importancia internacional debido a la rápida propagación de una nueva variante de la viruela del mono, conocida como mpox, en África. Esta es la segunda vez que la OMS activa el nivel más alto de alerta para esta enfermedad, y la octava vez en la historia que se toma una medida de esta magnitud.
La decisión fue unánime entre los miembros del Comité de Emergencia de la OMS. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización, expresó su preocupación en una conferencia de prensa: “La detección de un nuevo clado de mpox en el este de la República Democrática del Congo (RDC) y su rápida propagación a países vecinos es alarmante. Es crucial una respuesta internacional coordinada para frenar estos brotes y salvar vidas”.
Dimie Ogoina, director del comité, enfatizó que “este es el mayor brote de mpox que hemos visto, y está afectando gravemente a poblaciones vulnerables como niños y mujeres embarazadas”. Ogoina subrayó que la expansión del virus más allá de la RDC aumenta el riesgo de que la enfermedad se propague internacionalmente, lo que justifica la necesidad de una acción global inmediata.
Esta declaración llega un día después de que los Centros Africanos para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC de África) emitieran una alerta en el continente tras registrar más de 15,000 casos y 461 muertes por mpox en lo que va del año. Los expertos advierten que la cifra real de contagios podría ser significativamente mayor, dado que la mayoría de los casos se concentran en la RDC, pero el virus ya ha llegado a Uganda, Kenia y Ruanda.
La nueva variante del virus, diferente al clado que causó la alerta internacional en 2022, parece ser más letal. En África, aproximadamente el 3% de los infectados fallece, aunque las cifras reales podrían ser más altas debido a las limitadas capacidades de diagnóstico y tratamiento en la región.
A diferencia de la primera variante, que se transmitía principalmente a través de contacto sexual, especialmente entre hombres que tienen sexo con hombres, la nueva variante parece tener una mayor facilidad de contagio y causa síntomas más graves. Los niños están siendo los más afectados en esta nueva ola de infecciones en la RDC: un 70% de los casos positivos son menores de 15 años, y un 39% son menores de cinco años, quienes registran el 62% de las muertes.
El estado de emergencia sanitaria internacional no impone obligaciones directas a los países, pero facilita una mayor coordinación entre los estados y acelera procesos como la adquisición de vacunas. Sin embargo, la capacidad de fabricación de vacunas sigue siendo un desafío. Según Tim Nguyen, director de la Unidad de Eventos de Alto Impacto en la OMS, actualmente solo hay medio millón de dosis disponibles, y se espera que se puedan producir 2,4 millones más para finales de año. No obstante, para 2025, la OMS estima que se necesitarán al menos 10 millones de dosis.
Maria Van Kerkhove, jefa técnica del programa de Emergencias de la OMS, destacó la necesidad de comprender mejor la epidemiología del virus y cómo se está transmitiendo para dirigir los recursos de manera más efectiva. “Las vacunas son una herramienta importante, pero no la única. Sabemos que podemos detener la transmisión trabajando estrechamente con las comunidades afectadas”, señaló Van Kerkhove.
Mientras tanto, en Europa, el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) ha calificado el riesgo que supone la nueva variante como “muy bajo”. Pamela Rendi-Wagner, directora del ECDC, declaró que “el riesgo para la población europea sigue siendo bajo”, aunque enfatizó la importancia de colaborar con los socios africanos para contener el brote.
Este brote subraya la necesidad urgente de una respuesta global coordinada y el refuerzo de las capacidades de preparación y respuesta en África y más allá.