Diciembre es también el Mes de Lucha contra el SIDA, esa enfermedad que apareció en los años ochenta y que hoy, cuatro décadas después, continúa haciendo estragos. Según las últimas cifras publicadas por el Programa de las Naciones Unidas de Lucha contra el VIH/sida (ONUSIDA), publicado en noviembre pasado, al cierre de 2021, la cantidad de personas que contrajeron sida es de 1,5 millones; 38,4 millones de personas estaban viviendo con el VIH y 650 mil personas murieron por enfermedades relacionadas con la enfermedad.
El 15% de todos los fallecimientos el año pasado correspondió a niños menores de 14 años, según las cifras del organismo en su informe en el que también destaca la desigualdad de género en la lucha contra el sida. Cada semana, alrededor de 4,900 mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años contraen la infección por el VIH; en África subsahariana, seis de cada siete nuevas infecciones en adolescentes de entre 15 y 19 años afectan a niñas. Este año, el eslogan para el Día Mundial de la Lucha contra el sida fue Igualdad Ya, con el propósito de instar a abordar las desigualdades que están frenando el progreso para poner fin al sida.
Una de las buenas noticias relacionadas a esta terrible enfermedad es que poco a poco se ha logrado el aumento en el acceso a las terapias con antirretrovirales. Para 2021 hubo un incrementó de 5,22 % de personas con acceso a tratamiento, alcanzando los 28,7 millones de personas tratadas. Asimismo, la mortalidad por el sida ha disminuido un 57 % entre las mujeres y niñas y un 47 % entre hombres y niños desde 2010.
Los datos de ONUSIDA indican que en 2021, de toda la gente que vive con el VIH, el 85% conocían su estado, el 75% tenían acceso al tratamiento y el 68% tenían una carga viral indetectable.
No hay esperanzas de una vacuna en corto tiempo
Sin embargo, la buena noticia de una vacuna contra esta enfermedad todavía no llega y parece estar aún lejos. Recientemente, el jefe de sección de medicina interna de la Unidad de Infecciosos del hospital La Paz, de Madrid, España, José Ramón Arribas, dijo a la agencia de noticia EFEsalud que «de aquí a pocos años no vamos a tener la vacuna contra el sida”, ya que ésta es «un desafío científico impresionante porque hay que, literalmente, enseñar a nuestro organismo a producir unos anticuerpos que de forma natural no se producen”.
“No ha habido prácticamente nadie con VIH que se haya curado porque haya producido anticuerpos. Las vacunas tienen que producir anticuerpos y para el virus del sida es algo que el organismo no sabe hacer y no ha sido por falta de investigación”, agregó el científico a EFEsalud.
La inversión para encontrar respuesta al sida, a finales de 2021 era de 21.400 millones de dólares en los países de ingresos bajos y medianos, alrededor del 60% del total de los recursos promedio de fuentes nacionales. ONUSIDA estima que en 2025 se necesitarán 29.000 millones de dólares para la respuesta al sida en los países de ingresos bajos y medianos, incluidos los países que antes se consideraban países de ingresos altos, para poder poner fin al sida como amenaza para la salud pública mundial.
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