Un emprendimiento que nació y creció gracias a la pasión y empeño de su fundadora
Es un negocio sólido, genera empleo para seis personas y actualmente está en remodelación. Nació hace siete años y es un emprendimiento que ha enseñado mucho a su propietaria, quien también ha encontrado la manera de aportar a la sociedad, apoyando a otras mujeres. Se trata de Curvas Plus Size, fundada por Blanca González en 2015.
González, quien también es presidenta de la Red de Empresarias de Nicaragua (REN), cuenta que su empresa nació como una idea de negocios para satisfacer la necesidad de mujeres talla grande. Curvas es una tienda exclusiva para mujeres talla grande y para ese momento no existía ese concepto «Lo vi como una oportunidad de empezar un emprendimiento, adicional a mi trabajo», recuerda. Sin embargo, luego entendió que si se ponía al frente del mismo, podría hacerlo crecer y decidió dejar su empleo y dedicarse ciento por ciento a Curvas.
Viniendo de un mundo corporativo, en donde llevaba años trabajando para empresas grandes, había ocupado puestos de gerente y tenía una carrera, mucha gente le cuestionó que lo dejara para «irse a vender ropa». Sin embargo, ella estaba segura de lo que quería y aunque ha sido un camino de altos y bajos, no deja de ser una gran decisión.
Una de las dificultades que recuerda del inicio es que tenía que hacer y entender de todo. Manejar inventarios, costos, hacer proyecciones y estimaciones de venta, manejar personal propio. «No es lo mismo trabajar para alguien que para uno mismo, al inicio fue la parte más difícil, no sabía nada de comercio y debía buscar proveedores grandes en diferentes países, buscar opciones», expresa.
Para ella, el ingrediente principal de un emprendimiento es tener pasión por lo que se hace. «Muchos emprenden por necesidad, otros porque les gusta. Para ser emprendedor debe ser una persona muy apasionada, que le guste lo que hace, si un emprendimiento nace por necesidad de subsistencia suelen fracasar», comenta.
«Cuando Curvas nació lo miraba pequeño, pero me enamoré tanto de la idea y esa resiliencia que hace crecer al emprendedor es la parte más importante. La mujer nicaragüense es una mujer luchadora en los contextos que nos encontremos, político, económico, social y esa resiliencia hace que innovemos», agrega.
Trabajo en equipo
Uno de los grandes retos de las mujeres empresarias o emprendedoras es alcanzar el equilibrio con todos los roles que desempeñan: madres, esposas, empresarias. Para González, ha sido importante formar un equipo en el que confía y puede delegar. «He sido bendecida en tener un equipo que juntas hemos sacado adelante esta empresa, he aprendido a delegar, a dar responsabilidades. Si yo no estoy, no pasa nada, es una ventaja cuando vas madurando una empresa y vas encontrando esas personas ideales, es una bendición muy grande, cuando tenés un equipo de trabajo en el que confías plenamente», confiesa.
En ese sentido, capacitar a su personal ha sido clave. Todo mi equipo está constantemente capacitándose. «Si no delegamos, nos volvemos locas», advierte. Para ella, la clave para encontrar ese equilibrio es mucha planificación, apoyo familiar y apoyo del equipo.
Considera que el éxito es algo relativo y tiene que ver con irse poniendo pequeñas metas, aprender de las decisiones que se toman y entender que hay altos y bajos.
Curvas inició con sólo dos personas y con el tiempo llegó a tener tres sucursales, pero en 2018 tuvo que cerrar dos. Ahora, tiene un equipo de seis personas, y su propietaria indica que hay muchas ganas de crecer. «En los últimos años ha sido retador mantener la constancia y crecer», dice. Sin embargo, continúan innovando e introduciendo productos atractivos, en busca de satisfacer las necesidades de los clientes.
Conozca la tienda CURVAS PLUS SIZE